Nubes color pastel, cuatro juntas a la vez, y por cada suspiro, brilla un lucero.
¿Ves el cielo que hermoso está? Lleno de estrellas fugaces, donde se reflejan nuestros dulces besos mientras la luna sirve de cuna a nuestro eterno y sutil encuentro.
Y nos acostamos en la arena, cuando las olas nos sirven de manto, me regalas flores de puros sueños, mientras bebo el rocío de tus labios.
Y si el reloj sus pasos cuenta, la brisa fiel su afán comenta una gracia tan fina que enamora. Y es que el espacio se hace pequeño para cada sonrisa, para cada palabra, y la noche sorprende mis pupilas, desvelados guardianes de tu amor. te busco entre mantas de hilos de seda, cuando coplas azules de almendra, me hacen quererte y darte toda mi vida.
Estamos aquí, bajo esta noche fría, abrazados frente al mar que aviva con su paisaje galante cual noche de fiesta, corazones amantes, en la furtiva cita, que se llenan de ilusiones y de esperanzas.
Celebrando con caricias cuidadosas, un amanecer de voces silentes y un lucero, compartiendo un mismo latido y un… ¡Te quiero!
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