martes

El Corazón y la Razón

En silencio hablando con la soledad transcurre cada noche en mi habitación. Y en cada una de esas conversaciones mi razón habla con el corazón. 


Corazón: No te imaginas lo feliz que estuviera si existiera dentro de mí alguien que me acompañe en esos días que me encuentro triste. 

Razón: Sólo debes esperar quizás algún día te llegará la compañía que tanto necesitas. 

Corazón: ¿Y si no llega? ¿me quedaré triste para siempre? 


Razón: ¿Por qué triste? ese vacío se puede llenar, aunque claro no va a ser igual. 

Corazón: Dime ¿cómo se puede llenar, cuando existe tanto amor en mí, que me muero por dar?

Razón: Bueno... se puede llenar con el amor de tus amigos, de tú familia, con el amor a las cosas bellas de la vida. 

Corazón: A lo mejor no tanto, tú como eres razón no sientes, y yo que poseo el albergue de todos los sentimientos te digo que es lo que necesito: 

Necesito compañía, alguien que se me venga al pensamiento al despertar a un nuevo día. 

Que esté en mí cada noche, que me acueste con su olor y así poder dormir mejor. 

Que esté al pendiente de cómo me encuentro yo y que no me hiera. 

Que se encuentre a mi lado en los momentos más duros y que con una palabra o gesto me demuestre cuanto me quiera. 

Que las veces que esté alegre, se pueda contagiar la alegría. 

Que pueda compartir conmigo sus carencias, sus dichas y lo que siente. 


Mira bien razón si te das cuenta no pido mucho, sólo pido un corazón que me quiera y no me duela... el quererle como te quiero a ti.

Razón: Te entiendo y espero que me entiendas. Sí te adelantas o me adelanto, podemos fallar de la decisión de otros símiles a nosotros. Pero el pacto que te propongo es este:

"BUSQUEMOS COMPAÑÍA, TÚ SIENTES SU VERDAD Y YO ANALIZO. QUE LOS CINCO SENTIDOS SE AGUDICEN PARA EVITAR SUFRIR Y ASÍ AMBOS TENDREMOS LO QUE MERECEMOS, TÚ EL AMOR QUE PROPAGARÁS Y YO LA PAZ DE SABER QUE ELEGÍ EL MEJOR DESTINO".

Corazón: ¡Acepto!

2 comentarios:

  1. Me gusta. Me siento identificada. Pero te faltó una persona que te puede acompañar, sino encuentras a esa persona: Cristo.

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  2. La madurez del corazón está en querer dar su amor a una sola persona y recibirlo de esa sola persona

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