sábado

El Chiste del Amor

SONRÍO CON SUSPIROS POR QUE ESO PROVOCA EN MÍ TU SONRISA.


El amor es un atípico chiste: Siempre empieza bien... A la mitad, uno está ansioso, expectante... Y al final, uno no sabe si reír o llorar... 


Pero, eso sí, todos lo recordamos, lo reconocemos; sabemos identificarlo como el mejor de entre todos los chistes, por eso procuramos aprenderlo, guardarlo para después convertirlo en íntimo regocijo... 


Porque nadie sabe que tan larga puede ser una velada reservada para dos y hay que entretener a la razón en cosas más triviales; ya saben, darle a la vida un toque de ironía, de estupidez a cambio de que el espíritu se alimente a través de la risa... 


Qué se dice o qué se haga para provocar risa, habla mucho de tu personalidad, seguridad, límites, creatividad y humanidad.


Después de todo, el humor y el amor se llevan bien. 


Se preguntarán qué rayos hace un payaso como yo intentando filosofar un rato; bien, pues nada, es sólo que mi repertorio de chistes malos (amor) es tan raquítico, tan anórexico y bulímico, que soy el propio desempleado del amor; se solicitan risas grabadas, escritas o llamadas para aliviar al corazón.


Porque el humor es la muleta del ánimo, así como el amor es la muleta de la vida. Cuando se juntan se camina con tanta placidez por la vida que parece que flotas con los pies en la tierra.


Eso me dicen, eso lo veo, eso quiero experimentar. Pero mientras tanto, seguiré haciendo el humor, ya que esa es mi forma de amistad, de expresarme y de...amar.

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