viernes

Mis pensamientos de amor (6)

Nunca ha existido mujer que me quiera y ame, pero no por ello, dejaré de querer el querer amar. Dedico esta semana a materializar de manera escrita y muy suelta lo que siento, deseo y anhelo decirle y materializarle a un amor que no sé si llegue a mi vida. Pensamientos sueltos.

Tu llegada a mi vida me hizo descubrir que tengo mil y un almas, y cada alma alza el vuelo para abrigarte; todas se saben la ruta donde el amor es sublime si es compartido contigo. Y cada alma tiene un corazón que es como una estrella. Pero pareciera que buscas las puntas de las estrellas para hacerte daño, para pincharte con ellas.

Pensaba que debo adquirir un pañuelo del tamaño del Universo. Porque voy a necesitarlo si un día me haces llorar todas mis almas. Sería un diluvio universal por toda la eternidad.

Mi sensibilidad está alterada. El amor nos tiempla como las cuerdas de un violín. El amor nos afina las emociones, sentidos y sentimientos. Y algunas veces las notas son lúgubres como las de un violonchelo
pero otras veces son tan hermosas y dulces como el canto de el Ruiseñor, melodías y notas celestiales como en este momento.

Sólo una niña puede sentir e inspirarme la ternura que despertaste en mí. Hay que ser niño para amar sin recelos ni reservas. Esa pureza parvularia es sublime, esa pureza del alma que se agita en el alma de los niños está por encima de todas las miserias del mundo, por encima de los malos consejeros, por encima de intrigas; por encima de presagios un corazón de niño sólo sabe amar y darse. ¡Perdóname, que yo si tengo corazón y mil y un almas de niño! Todos para amarte, adorarte, besarte, protegerte,
lamerte como golosina de miel, abrigarte con mi piel
con mis emociones. Y ser tu devoto como hombre

Tú armonizas mi espíritu con mis feromonas, con mis sensaciones, mis emociones, mi piel y mi alma multiplicada. 

Nunca había sentido esta mezcla tan loca de sutilezas hermosas. Además, cosa nueva, adoro la lluvia. Te en el aire, en el ruido, en la música, en los colores, en la belleza de El Ávila, en la noche que ha dejado de serme un castigo. Te amo en mis libros. Te amo en los alimentos que consumo. Te amo en los noticieros. Te amo en la risa de los niños. Te amo en las flores, en los ancianos, en los jóvenes, en la brisa, en el amanecer, en mi computadora, en mi teclado, en mis dedos, en mi piel, en toda mi vida.
Te amo en todo cuanto existe. Te amo en el silencio de la noche, en el rumor de la lluvia, en mis sueños, proyectos y determinaciones, en mi presente y mi futuro, en tus letras, en tus palabras, en tus dudas y miedos, te amo en los momentos de angustia, en los momentos de remanso, en los espacios turbulentos.
Te amo en mi piel, te amo con los ojos abiertos,
con los poros alertas. Te amo con los ojos cerrados.
Te amo en el timbre de mi voz. 

Me turbas, me perturbas, me alborotas, me erotizas, me enciendes, me masturbas los sentidos y mi mano a veces eres tú.

Me borras el mundo y eres mi luz y mi sombra
Quiero la luz como hoy, como ahora.
te siento
te percibo
te deseo
te sueño
te gozo
te espero
beso tu boca
beso tus palabras

Cerré las válvulas de presagios y despedidas, hice aterrizar mi alma peregrina que ya estaba en el aire, y no me fui. Estoy contigo. Tengo mi alma y mi corazón, mi amor, mis deseos, mi ternura y mi piel, todo, solo para ti si me dices que todavía quieres continuar habitando en mí.

A pesar de que en nuestro amor haya turbulencias, es tan mágico que me meces en la ternura paradisíaca de sentirme pleno por el sólo hecho de amarte, y tienes el poder que convoca mis existencias pasadas, plenas mi presente en su totalidad, y te proyectas conmigo hacia el futuro.

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