A las Damas en Bikini...

Hoy aquí en mi soledad
en estaba ella pensando.
Recordé la vez primera,
en que admiré sus encantos.

Era un día poco soleado,
por lo que salí a caminar.
Terminando sin planearlo,
a la orilla del gran mar.

Me encontré a varios amigos,
y nos fuimos a nadar.
Pero al pasar muy poco rato
ya me quería marchar.

Entonces miré a la orilla,
nada más por curiosear.
Cuando la vi en su bikini,
lista para el agua entrar.

Que belleza tan divina,
me dije sin pestañear.
Sin duda es una sirena,
que vuelve otra vez al mar.

Mi corazón mientras tanto,
como que iba a estallar.
Ni su rostro ni su cuerpo,
podía dejar de mirar.

Así que muy lentamente,
y como si fuera casual.
Me acerque adonde ella estaba,
buscando poderle hablar.

Solté un comentario al aire
que ya ni recuerdo cual,
y respondieron sus amigas
con otro casi que igual.

Por fin y al cabo de un rato,
se decidió a conversar.
Y mientras más ella hablaba,
más me quería enamorar.

Pero el sol se fue ocultando
y el mar se nos fue enfriando.
Por lo que presentí que el día,
ya una estela iba dejando.

Dijeron mutuos amigos:
Mejor nos vamos marchando.
Mientras yo en mis adentros,
muy triste estaba quedando.

Porque pronto acabaría,
este sueño que fue encanto.
Sin saber que pasaría,
ni qué me estaría esperando.

No era sólo su cuerpo,

Torneado por el deporte,

Eran su voz y su porte,

Que en mi alma hallaban puerto.

Porque  la mujer demuestra,

Que no sólo lo que viste,

Son su mente, garbo y fuerza,

Sus valores más tangibles.

Mujer en bikini o piezas,

Llamados trajes de baño,

Tu cuerpo que irradia rayos,

Borrando sombra y tristezas.

Arena y mar que te halagan,

Piscina que tú engalanas;

La dama hace a la ropa,

No es la ropa que hace damas.