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domingo

Amiga, Date Cuenta

 Y no dejas de llorar en silencio,

Como si fuese algo tan bueno,

Llevar tus penas así, tan calladas.

 

Tales lágrimas no te están permitiendo,

Ver cuánto vas en picada,

Que lo bueno de tu ser, se está hundiendo.

 

Sólo quieres ver al mundo en tu orden,

Anarquía a eso todos le llaman,

Cuando conjugas tu verbo a tres tiempos.

 

No te fijas que te estás desgastando,

Que tus penas ya te estás consumiendo

Tu sonrisa ya no lo está conteniendo.

 

Eres libre y te ves atrapada,

Al tener todo y que te sepa a nada,

Porque no estás entendiendo.

 

Que este mundo no te quiere aislada,

El balance de la vida privada,

Equilibra con lo que de ti vamos viendo.

 

No demuestres que no te pasa nada,

Que eres fuerte en ti ensimismada.

Y tus triunfos no te están doliendo.

amiga

 

Todo logro que nunca se comparte,

Al vacío puede equipararse,

Tan banal como este sea de grande.

 

Más si a un hombro puedes noble acercarte,

Una mano a la tuya, estrecharle,

Amiga, encontrarás redención.

 

Ojalá que esto no sea muy tarde,

Y tu fuego no llegue a apagarse,

Estirpe de hechos, no llegue a extinción.

 

Te vas tú y muchos pueden quedarse,

Sin más de un acto ejemplarizante,

Y dudando del bien, su valor.

 

Sí caíste, debes levantarte,

A este mundo hay que saber adaptarse,

Cada uno, probar su sabor.

 

Por favor, deja de fustigarte,

Equilibrar el querer y esforzarte,

Prueba del bien, su gran gusto en sazón.

 

Y si lloras, haz que pueda escucharse,

Porque el llanto, luego de enjugarse,

Se hace chispa para la nueva acción.

 

La soledad es para con vos, reencontrarte,

Más en sus predios nadie debe quedarse,

Ya que allí todo es gris, sin sonido.

 

Tampoco es bueno el exceso de ruido,

Un ulular es mejor que un quejido,

Y si tú hablas, es mejor canción.

 

Y que despierte el gigante dormido,

Ese corazón que ya no está frío,

Tu vuelo con propósito, en sus alas, lo elevó.

Argenis Serrano

miércoles

Josefina, tu segundo nombre


Amiga de sonrisa franca, palabras sutiles, modernismo y sueños.

Madre de un niño que tiene destellos en sus ojos únicos, de un amor que rescata a propios y extraños.

Van a ti mis palabras…

No podré olvidar el día que cruzaste ese umbral y no pude más que admirarte; a nuestra amiga en común saludaste y fuimos presentados. Afable, sin ser procaz ni atrevida. Con muestras de que la vida te había golpeado y tú seguiste firme.

Cada reunión de estudio era amena, que me motivaba a estudiar. Y aquella vez que hice el informe y dijiste tu segundo nombre, fue la forma de ambos conectarnos: Josefina.

Dijiste que fue un error decirlo, ya que no te gustaba porque te sonaba feo. Y referías que a muchas que se segundo nombre tienen, también. Es más, varias personas me lo han dicho. Y para ser sincero, a mí no me lo parece.

Porque el nombre sin alguien que con valor lo porte, nada es. La rosa con otro nombre sería igual de hermosa; el sol con otro nombre sería el astro rey, Venezuela con otro nombre sería mi país, tu país.

Y disculpa, Josefina, por nombrar esta tierra que ya no te cobija, para que los golpes de un imbécil, de esos que se dan con el cuerpo, las palabras, la mentalidad, las omisiones, la indiferencia y el desdén, ya no te toquen.

Josefina, siempre te incomodabas que así te dijera yo, sabías que no me burlaba, sino que decía tu nombre. Ese que portas por tu padre, José. Ese que tantas mujeres portan y que como tú, lo tienen acallado no sea que la gente haga un mal comentario que amerite la justa respuesta que viene de darse su lugar de respeto, aunque no les importe el qué dirán.

El nombre que tenemos es cosa de padres y también de Dios, aunque el ve corazones donde sabe quién es quién. Y sabe que tú, Josefina, tienes un corazón tan bonito que le drenaste bastante a tu hijo, el fruto de tu amor y la negación al odio. El niño que de su padre nada tiene y que eso, le conviene.

Recuerdo cuando te vi entrar a la iglesia con la marcha nupcial, fue el mayor de los contrastes. Tu emoción y sonrisas, tu porte y clase contrastaban con el desgano del desposado. Dios me perdone lo que dije y siempre diré, pero ese día ante Él, tú no te casaste, porque medio amor no es un matrimonio.

Ya esa venda se cayó de tus ojos y me alegra que me lo digas tú y poderlo refrendar. Ya en otro país con vientos y flores de paz te cobijan, trabajas en lo que te gusta y estás con quien sí lo merece.

Tu alegría, Josefina, es la mía.

¿Viste, Josefina, que el nombre es una identificación legal, pero eres tú en tu forma de ser la que queda identificada ante el mundo?, sin ataduras que limiten en nombre de un falso amor, sin tratar de cambiar a quien no lo desea, aprendiendo a convivir y adaptar para grande, para ese espacio de la vida donde tú estabas signada estar.

¡Ay Josefina, no dejo de agradecerte cómo me trataste!, recuerdo aquella vez que nos vieron juntos y una señora de las inscripciones al ver tu embarazo dijo “¿él es el papá del niño?” y ambos reímos. Y obvio que no lo soy, pero bendigo que tú ahora lo seas.

Josefina, Josefina, Josefina…lindo nombre, como cualquier otro, cuando lo porta alguien de bien; lo único que es feo es la persona que no valora sus orígenes y no escribe su historia con buena voluntad. Y como esos no son tus casos, porque buenos dones tienes, entonces es hermoso.

Josefina, con garbo y certeza,
Transita por nuevos senderos,
Con ojos mirando a los sueños,
Y labios nombrando deseos.

Respiras ya nuevas virtudes,
Tu cuerpo, de natura es,
Tu mente, brillante y cortés,
En nuevos logros te haces.

Josefina, yo siempre querré,
Que demuestres tu noble firmeza,
Porque esa es la noble belleza,
Que de ti en mi alma tendré.

Mares, tierra, montanas y ríos,
Nos separan en nuestros caminos,
Más al cerrar mis ojos, te miro,
Pues lo que soy, también has construido.

Ojalá que nadie tenga más excusas con sus nombres o apellidos, que esa fruslería nos deje estar en paz. Y brindo por quienes, teniendo los nombres o apellidos que tengan, son felices con o sin reparar en ello. Así como tú debías serlo antes, lejos del verdadero nombre del mal que te hizo.

Nota pues Josefina que enorme es tu fuerza, que no huiste, sino que te reescribiste. Que eres el amor de tu hijo y viceversa, quién sabe sí de alguien más. Lo que importa Josefina es que haces camino al andar, como lo hacen las personas bellas en actitud y aptitud.

Josefina, no quise hacer una carta y te la hice; pero es que te aprecio tanto que ahora que de nuevo te encuentro, debía decirte las mejores cosas de ti, cosa que se me hace objetivo pues tú eres alguien de bien, que se equivoca, pero rectifica. La nobleza te hizo actuar con fuerza.

Josefina es tu nombre y así se llama nuestra amistad. Así se llaman las palabras de aliento que me diste, así se llaman las risas que compartimos mientras me decías loco. Así se llamarán siempre mis recuerdos.

Tu primer nombre no lo digo, porque así me lo pediste. Porque cuando el título de éste escrito te dije, me aseguraste que te reíste y eso es lo que esperabas leer.

Y deseo que el viento de ese país donde estás llegue a mí y me diga “Josefina”, cada vez que necesite ser…feliz.

Adorada y respetada por mí, tu felicidad es la mía. Que el contacto no se vuelva a perder y que a ti y a tu hijo, Dios les bendiga.

Muchas veces me hace falta una amistad y cariño. Cuando me vea decaído, tu nombre me rescatará. Y en éstos años he conseguido damas de bien y honor. Más, como ser humano ambicioso y pedigüeño/soñador, de verdad deseo conseguir más Josefinas o con cualquieras otros nombres en mi vida, pero de tan buen corazón, dignidad y porte como tú, para seguir inspirado y así estar constantemente mejorando mi vida por mí y para a la amistad, honrar.

Argenis Serrano - @Romantistech


sábado

Se Busca Pareja para Conversaciones


A veces conversar con uno mismo es responderse lo que se quiere y no lo que se debe. Por algo existen las amistades, para decirte lo que debes oír y no lo que quieres. Porque una amistad complaciente, resulta una amistad tóxica. Y de esas amistades peligrosas es mejor alejarse. Una amistad funesta equivale a decirte miles de cosas complacientes y creer que tú sólo puedes con y por el mundo.

Una amistad de frases cortas pero precisas, que demuestren al mundo que una amistad hombre/mujer es factible sin pasar a lo carnal o por lo menos, no sin cumplir compromisos previos. Una amistad verdadera que aunque haya distancia física o de tiempo, se mantenga para que al verse o llamarse, la explosión de algarabía y la sonrisa sea tan sólida como la primera vez.

Mucha gente se nos está yendo y hacer amistad nueva es difícil cundo pones la vara alta de tus amigos que cerca ya no están. Pero abrir el corazón y la mente ayudan a que se hagan las bases y se vaya construyendo con concreto ese nuevo edificio donde tus visitas serán nutridas para tu inteligencia emocional, tu lógica, tus necesidades retos y quizá de un abrazo fraterno y un beso coqueto.

Puede ser una amistad con las ex parejas, no las mías sino las de alguien más. Esas que no están buscando lo carnal sino lo fraternal. Con quien se pueda hablar de amistad y amor a su vez, de la picardía y lo sensual, de lo íntimo y lo oscuro, de lo nacional e internacional, de los recovecos de la mente, de la búsqueda incansable del espíritu por saber a qué vinimos y qué nos impulsa. Una amistad con derecho o lo que surja de ver más allá de lo evidente y nunca juzgar por lo extraño, atípico, extrasensorial, paranormal o utópico que se diga; pues todo lo legal es válido en una amistad que sabe consensuar y entiende que es así que se puede mejor conocer, como hace una amistad gay con otra o con una amistad hetero.

Una amistad con quien tener fluidas conversaciones sobre libros, música, conversaciones en inglés o al menos fingirlas para crear risas con el spanglish.

Una conversación con una chica de toda edad, porque la edad es un número pero la mentalidad sana y productiva es un estadio infinito de la salud.

Una amistad verdadera puede acabar con la ansiedad del día a día; de la soledad y la melancolía. De maneras tan poco convencionales que nos pueden sorprender, porque no son un libreto o algo aprendido en un centro de estudio; es un no sé qué que provienen de la sensatez y la sensibilidad.
Perder o no tener a una amistad así, que te escriba por las redes sociales o un mensaje de texto, un papel o un WhatsApp, es igual de doloroso que una separación marital. 

Una ruptura de pareja que tenían un vínculo. Y más cuando no hay un motivo real, sólo un abandono y un silencio. Y de haberlo, ¿por qué no buscar el punto medio sí sabes que no son compañeros tóxicos?, es mejor que buscar algo tan funesto como separarse.

Es muy sabroso escribir mensajes de cumpleaños para una amiga, con la originalidad de entenderle y sentirle en pro de sorprenderle. Conocer que pese a los problemas sociales, los problemas familiares, la angustia de no tener con quien departir y que ha creado hasta problemas para dormir y hasta debo mencionar los problemas de Internet, ellas pueden contar conmigo y quiero creer que yo con ellas, sin que nadie se esté echando en cara las faltas pasadas ni haciendo de las verdades un punzón sin piedad al ánimo.

Se busca pues una amiga así, de muchísimos temas, de pocos tabúes, de gran personalidad, de inmensa humildad, de mucha libertad sin libertinaje; que sepa de equidad y empatía. Porque los problemas de dinero y quizá mi personalidad no permitan ir a más, pero nadie puede ni debe estar solo, cuando la comunicación es tan potente para que la amistad trascienda y de una u otra forma tengamos lo que queremos y necesitamos: alguien cerca de nuestro cariño.

Argenis Serrano - @Romantistech

viernes

Tocar tus nalgas...


Con muchas satisfacciones llenaré tus blandos y firmes…deseos.

Glúteas semillas sembraste en la fértil y hambrienta mirada de este inusual poeta.

Florecen como un sueño de hongos del que no quiero despertar.
Repleto mi firmamento de lunas esta armonía celestial de esferas oleaginosas se deslizan en ellas.

¡Oh, musa diosa, húndome en tus glúteas delicias!

Fascinantes y bellas como mentiras bien dichas.

Salen del monitor de mi mente y orbitan a mí alrededor.

Mareado soy mientras mutan inmensas y carnosas, develando deliciosas verdades.
Manjares que piden ser devorados, apretados, mordidos, manoseados.

En perpetuo deseo insatisfecho

¡Cuántas ganas de acariciarte a tiernas nalgadas!

Morderlas y morderlas hasta el hastío como un pícaro, un juguetón animalito, que gustoso de la buena carne se ha hecho.

Quiero llenar mis manos con esas carnes. Voltearte para verlas. 


Hundirme en tus glorias asido a ellas. Sentirlas como chocan en mi regazo. Disfrutar su palmoteo.

En el agresivo movimiento de mis ganas, impulsando con mis caderas este viaje de vaivenes hacia sus profundidades.
Y sobre tu espalda desfallecer.

Contigo jamás mi ardor perecería.

Sería un explorador, aventurero.

Cada mañana llegaría a mi nariz tu aroma de montaña y musgo.
Pescador, marinero, buzo empedernido, en ello convertiría mi lengua y así tu sabor marino de alga y concha lamiera.

Minero o herrero. Mi más duro metal en tu fragua de lava ardiente moldearía una estatua con tu imagen.

Panadero, escultor, alfarero. Con mis manos tus formas y oquedades amasaría mi bella amante.

Labriego, sembrador. Llenaría de satisfacciones tus blandos deseos

¡Oh, diosa de glúteos provocativos, que están en una mujer que desde su mente, alma y corazón, es todo un sueño, sin perfección, porque es humana; con simetría, porque fue hecha en el molde celestial, ajustada a mis manos que juguetón la tocan !

¡Si palmoteo y toco tus nalgas es picardía, es sexy, la guinda del helado, es confianza y sensualidad, que con tu permiso, jamás será pecado!

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