cuando cambiaba su traje,
en rojos destellos de la tarde.
La oscuridad la vista desvía,
a su muy amado día.
Buenas noches le dije a la noche,
mientras le besaba el día,
ella cerraba sus ojos,
para sentir como le quería.
Buenos días le dije a la noche,
abrazando al amanecer.
y así es como siente ella,
el calor de este querer.
Son dueños uno del otro,
bien de noche o de día.
Así es el amor con derroche,
que otrora se jurarían.
Dándose paso pleno,
están la noche y el día.
Así el amor eterno,
grata y cíclica vía.
Estos versos son pequeños
pero yo te los debía,
preámbulo de todos tus sueños
despierta, como dormida.
Gracias por ser el sueño,
que plena la vida mía,
cuando duermo y me despierto,
eres toda mi alegría
Buenas noches, amada noche
Buenos días, mi hermoso día.
Eres pasión-pureza en derroche,
lo que al cielo, yo pedía.
Uno de los temas tan usados en la literatura universal y que aquí se renueva con imágenes y rimas que pasan del desencuentro al encuentro de ese "noche - día" que más que oposición son fusión en la totalidad del Amor que renace. Me gustó mucho.
ResponderEliminarHay tantos ejemplos en el mundo que sólo debemos prestar atención para comparar y aprender. Eso es lo maravilloso de la vida, las oportunidades de crecer. Mil gracias
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