Prosas sin sentido, para una Abogada
De seguro no tengo jurisdicción en tu mente,
Mucho menos competencia en tu corazón,
Más sé que por tu amor,
Nunca existirían términos,
Menos plazos constitucionales,
Ni estrictas normas, ni días hábiles,
Para declarar fundada mi petición
De amarte toda la vida.
Busqué abogados, en esta web
Y sus consultas me convencieron,
Que tu amor y el mío,
Para unirse se hicieron,
De buena gana y por buena ley;
Por eso yo no desistiré,
De luchar por ti,
Porque vales tanto;
Toca pues enjugar mi llanto,
Y seguir actuando de buena fe,
Pues sentencia plena conseguiré,
Ante sabio juez, que verá mi caso,
Ella será, dura
lex, se lex,
Dictamen:
“el amor bonito, está en nuestros abrazos”
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