Noches incontables que paso ya sea pensando en ti o soñando contigo.
Esas noches interminables no son una enfermedad, pero siendo dolor por unas grandes ansias de ti que no son correspondidas.
Eres un tormento placentero que a veces me lleva más lejos de lo posible o imaginable por la mente de cualquier ser mortal y otras lo más abajo posible... llevándome al sendero de la depresión incurable y la resignación del no es, no será.
Mayormente, la cura es tan sólo que me veas, que me toques, que me hables...
Tu telaraña me tiene atrapado, mientras más trato de zafarme más estoy enredado... mi amor no correspondido fue, es y será mi completa desgracia.
Heme aquí escribiendo estas palabras, algunas fuertes, otras no tanto, tan sólo para desahogar un poco lo que siento por ese tremendo sentimiento llamado amor, el cual empezó siendo nada más que una simpatía, seguido de la amistad y terminando en esto que no imaginé, un infortunio tan pedante...
¿Qué pasa con mi mente que no te puedo olvidar, que pasa con mi corazón que no te puede dejar escapar?
Un amor no correspondido ofusca mi pensar, es un sentimiento que desearía no tener que soportar, cuando quisiera tener tu amor.
Sólo con una sonrisa tuya me alegras el alma, algo que es inexplicable pero cierto.
No dejo de pensar en ti, tomados de la mano, riendo, despertando junto a ti, trabajando, quizás con discusiones de gustos…y reconciliación de amor y placer.
Es una sensación horrible, pues te tengo cerca pero te siento lejos, siento tu mirada en otro cuerpo; tu sentir en otro lugar, pero cada día me doy cuenta que no puedo dejarte de amar.
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