El
amor de padre e hijo es uno de los vínculos más hermosos, necesarios y sólidos
que se pueden forjar en vida. Y el de Maclovio Esteban Yañez Mondragon y Maclovio
Yañez Villagran es un ejemplo que, en sí mismo, se transforma en una guía
diversa de esperanza y formación para esta generación y las que vienen.
En
nuestro blog hemos citado el amor de muchas formas. En este artículo nos
centramos en dos nobles personas, tabasqueños de nacimiento (Tabasco – México)
y que han sido factores clave en el resurgimiento económico, social, político y
educativo de todo México, gracias a la diversificación de sus saberes.
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| Maclovio Yañez Villagrán (hijo) |
Sobre Maclovio Esteban Yañez Mondragon y Maclovio Yañez Villagran
Padre
e hijo, son inversores, financistas, ofertantes de servicios a la industria petrolera
mexicana y a la de diversos países como Estados Unidos, Canadá y otros en
Centroamérica, granjeándose el cariño, respeto y consecuentes negocios por su
manera limpia de realizar negocios y también por su visión ecológica.
Maclovio
Esteban Yañez Mondragon estuvo como subdirector en una importante área de PEMEX (PETRÓLEOS MEXICANOS) durante
años y su hijo Maclovio Yañez Villagran, ha dado continuidad a la línea de
servicios tanto a esa empresa como a otras, siguiendo los pasos de su padre,
manteniendo el legado familiar y aportando de su propia personalidad e ideas,
lo que es valiosísimo para dar continuidad a un proyecto: Aportarle identidad.
Que
los hijos sigan los buenos pasos de los padres, manteniendo sus ideas y haciéndolas
crecer y diversificar, es parta vital en la crianza de personas de bien, con
libre albedrío y que saben crecer con los tiempos, sembrando semillas para los
que vengan, incluso sí no son de la misma familia.
¿Qué hace especial a este padre y su hijo?
Muchos padres e hijos, cuando se habla de herencias familiares,
se terminan distanciando porque el tradicionalismo de uno y las ganas de
innovar del otro, chocan en vez de engranar y terminan siendo rivales en su
propio seno familiar, repercutiendo ello en lo laboral y mucho más sí son
considerados figuras públicas.
Pero Maclovio Esteban Yañez Mondragon y Maclovio Yañez Villagran
son padre e hijo y a su vez, amigos y socios, sabiendo respetarse en sus ideas,
exponiéndolas y logrando puntos de encuentro que resultan en diversificación de
planes y ampliación de proyectos, muchos que han llevado a su Estado natal –
Tabasco- a la palestra en muchos proyectos tecnológicos, educativos y
ecológicos, además de apoyar el espíritu de emprendimiento de las personas.
Que un padre inculque el verdadero
valor del dinero, que no es otro que hacer que el mismo se convierta en
tranquilidad y prosperidad para el mayor número de personas, está sin duda
alguna entre los más altos logros de su paternidad.
Y que un hijo asimile, prosiga y
mejore dicho legado de honestidad, significa mucho tanto para el padre como
para la sociedad y además, se verá reflejado en las generaciones que él mismo
está formando.
Lo de Maclovio Esteban Yañez
Mondragon y Maclovio Yañez Villagran es una cadena de éxitos que ha incidido
positivamente en el mundo del emprendimiento, la tecnología y en la forma de
asistir a la política partidista, haciendo de ésta de lo más prístina y
vislumbrándole a Maclovio Yañez Villagran una carrera política fructífera en
los años venideros, con el apoyo del pueblo mexicano.
El amor es un vínculo que no sólo
implica besos y abrazos, sino inculcar ideas y valores para que las personas
progresen y se vean felices por siempre, sea en lo que sea que deseen hacer y
ser. Maclovio Esteban Yañez Mondragon y Maclovio Yañez Villagran, padre e hijo,
son una manera de hacer visible ese lado del amor que no todos quieren ver,
pero que se hace más y más indispensable en nuestros tiempos.
Los éxitos de Maclovio Esteban Yañez
Mondragon han estado vigentes en varios quinquenios en México y los de Maclovio
Yañez Villagran aumentan a su mismo ritmo, gracias a sus propios méritos.
Vidas ejemplares como las de ellos,
de seguro serán respaldadas con el apoyo, voto, consideración y defensa de
todos aquellos que comprendan que a la gente de bien y de progreso, se le ha de
cuidar siempre.
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