Anoche, pasó por mi cabeza una idea por
cada frase y una conjetura final.
Uno es un tonto cuando se enamora sin que la
contraparte perciba el aire de tu respirar como lo haces tú, sin embargo, creo
que todo el mundo ha tenido al menos un querer así, un querer intenso, grande,
ilusorio (no irrisorio) e inalcanzable, que está ahí, a dos centímetros de ti y
sin poder tocarlo.
Muchísimos han recibido como bofetada en los tímpanos frases casi
sacadas de un manual: “eres alguien especial”, “serías el ideal de cualquiera”,
“si tan sólo pudiera quererte como me quieres”, “sí algún día digo te amo me gustaría decírselo a alguien como tú”, “gracias por quererme así”, “quizás el tiempo diga otra cosa”, “no sé lo que pasará mañana”, “te quiero como un
amigo”, “ojalá seamos amigos por siempre”, “eres
mi hermanito mayor”.
Y uno (si está enamorado) queda destruido sobre sus rodillas…
Hay quienes no procuran esas frases y son directas y francas a los
sentimientos, diciendo a la contraparte afectada la verdad, tal cual es para no
crear estúpidas ilusiones, esas que más que buenas se toman de la mano con la
maldad pura, esa que te carcomen el alma y te pudren por mucho tiempo,
convirtiendo los sueños en dagas que cuando caen se clavan en tu corazón y en
tu alma destrozando tu existir.
Anoche, tomando un vaso de vino y sonando fuerte unos soundtracks
de películas, me vi esperándola con el otro vaso vacío por que no llegó, mirando por el ventanal la
ciudad, el compromiso, la situación, el sentimiento el hombre que le impidió llegar a mí, porque es ajena y sólo en mi imaginación inventadora
ella está conmigo.
Anoche la lágrima coqueta y helada que
cayó despacio por mi mejilla haciéndose amiga de mi camisa, fusionándose con ella, me recordó lo que he sido hasta hoy y lo que soy para ella, cantándome antes
de desaparecer: “Te quiero como un amigo, si lo intentamos y no funciona me
daría dolor que lo que tenemos, perdamos”.
El amor no se obliga y cuando no se puede, no se puede. Duele muchísimo y te preguntas ¿por qué la vida me colocó a una persona que me enamora y no me corresponde?
La respuesta es: Para aprender que no todo se puede obtener, pero de ello nacerán tus fuerzas, tú decidirás si la aplicarás para el bien o el mal.
Lo sé, lo he vivido infinidad de veces y el rencor se me ha plantado de frente...y lo he excecrado, ya que ni como amigo lo quiero. Daño propio, jamás nos hemos de hacer.
Argenis Serrano
No quieras a quien no te quiere. Mejor quiere a quien te quiere, y si no, pues no quieras un carajo a nadie jajajaja
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