Hay algo que no todas las mujeres entienden y que, cuando
llegan a entender se transforman en las mujeres más codiciadas, queridas y se
les cataloga como las mujeres ideales: Cuando comprenden que las revistas de un
hombre son un tesoro y que el propósito de coleccionarlas es un hecho
sentimental.
Hay una historia detrás de cada revista, sea de DC
Comics, Marvel, de una editorial independiente o incluso una revista de
Condorito, Mortadelo y Filemón o la colección de Mafalda. Lo que hay detrás de
ella es inexplicable y a su vez, resulta un todo para el alma del hombre.
Asistir a una tienda de cómics en Colombia,
México, España, Argentina, Brasil, Portugal, Estados Unidos, en fin, donde
quiera. O que ella asista a nosotros a través de la Internet, es un instante de
catarsis en el cual olvidamos los pesares, las rutinas, los abusos, los
lamentos, el tedio y demás sinsabores.
En las revistas de un hombre está la fantasía que engrana
perfectamente con nuestra forma de pensar y de sentir; las posibilidades que se
veían tan lejanas y que ahora se están acercando de una u otra forma gracias a
la ciencia y tecnología, desarrollada por hombres y mujeres que de seguro en su
momento, imaginaron mundos y posibilidades superiores y aprendieron que, ante
una necesidad, lo que debe existir es una solución integradora.
Esos también leyeron revistas de ciencia – ficción,
aventuras, drama, comedia, historia, misterio, terror y se quedaron enganchados
para de alguna manera hallar la resolución de problemas o saber cómo escapar de
“la caja cuadrada del pensamiento” y ser similares a los héroes allí impresos,
pero en la vida real.
Tengamos en cuenta que la vida real también viene reflejada
en cada cuadro bien dibujado, tal cual fue o como pudo ser o como debió ser, y
es una triada de formas que as revistas de un hombre exponen para solventar los
conflictos abriendo un abanico de soluciones.
Sabemos bien que no podemos volar, ni tener un cinturón
de herramientas, estirarnos de forma infinita o manipular a la materia; y eso
es lo que más nos gusta, porque lo que no podemos hacer o ser en la vida real,
lo podemos lograr en ese espacio inexpugnable y que debemos cuidar
poderosamente como lo es nuestra mente.
En las revistas de un hombre está esa cercanía que página
tras página o, ahora, documento virtual tras documento, queremos percibir de
los personajes que vemos en el cine o la televisión. Que nos acompañan en
nuestras tribulaciones y alegrías, que se mostraron sin traba del espacio –
tiempo, cuando algo bueno o malo sucedía en nuestro entorno y necesitábamos de
un personaje amigo que dijera o hiciere algo que nos recordara que la esperanza
existe y que la recuperación y la paz, es posible.
Por eso, cuando una mujer desestima las revistas de un
hombre, este siente que está quemando las páginas de su vida y que no entiende
que ese vínculo de alegría es también reflejo del vínculo de amor, estoicismo, heroísmo
y hasta romanticismo que le quiere demostrar, ya que es parte de su esencia y
de lo que él quisiera que ella viviera en sana paz, oídos y acciones, a su
lado.
Cada vez que una mujer entiende que las revistas de un
hombre, sus figuras de acción, videojuegos o disfraces son para él como para
ella lo son sus barbies, accesorios o recuerdos preciados, el amor entiende que
más allá de lo material, existe la alianza del amor por los significados,
alegrías y enlaces que hay entre las cosas y la historia personal de cada
quien.
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