Y no pude despedirme de ti
ni decirte lo que
sentía
ni abrazarte una
última vez
ni mirarte a los
ojos
y decirte que te
quería.
Y no pude
despedirme de ti
y me quedé con el
vacío
y el dolor de tu
ausencia
y el recuerdo de tu
sonrisa
y el eco de tu voz.
Y no pude
despedirme de ti
y me quedé con la
esperanza
de volver a verte
algún día
en otro lugar, en
otra vida
y poder despedirme de
ti.
Nos harás falta, dános fuerzas
para aceptar tu partida
para seguir tu ejemplo
para no perder la fe.
Nos harás falta, dános fuerzas
para consolar a los que sufren
para apoyarnos unos a otros
para no caer en la tristeza.
Nos harás falta, dános fuerzas
para recordarte con cariño
para celebrar tu vida
para no olvidar tu legado.
Pero tu alegría quedará viva en nosotros
y nos iluminará en los momentos oscuros
y nos dará fuerza para seguir adelante
y nos hará recordar lo que vale la pena.
Pero tu alegría quedará viva en nosotros
y nos contagiará a los que te conocimos
y nos unirá en un lazo de honor
y nos hará sentir que no estamos solos.
Pero tu alegría quedará viva en nosotros
y nos inspirará a ser mejores personas
y nos enseñará a vivir el presente
y nos hará honrar tu memoria.
Sonreímos en tu nombre, porque así nos enseñaste
a ver el lado bueno de las cosas
a no rendirnos ante las dificultades
a disfrutar de los pequeños momentos.
Sonreímos en tu nombre, porque así nos enseñaste
a ser generosos con los demás
a no juzgar sin conocer
a perdonar de corazón.
Sonreímos en tu nombre, porque así nos enseñaste
a valorar lo que tenemos
a no perder la esperanza
a
agradecer cada día.
Argenis Serrano
Nota: Fusioné 4 poemas en base a las 4 perspectivas (etapas del duelo) que percibo en este predio. Espero sea admisible para ustedes, queridas lectoras, queridos lectores.
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