lunes

El Precio de la Mentira

el precio de la mentira


El precio de la mentira, es otra

Luego otra y otra

Se le suman las excusas y evitaciones

El ruego de un culpable para que todo se olvide

Todo con el propósito de quedar impunes.

 

El precio de la mentira, es flagelo

Para quien es bueno

Para quien mintió por error

La conciencia es juez y verdugo

Sin redención, no hay paz.

 

Quien es malo, parece no pagar

Pero sabe que hay peores

Y sus deudas son tantas

Que termina empeñando el alma

Misma que ya nada valía.

 

El precio de la mentira, es desconfianza

Pocos la recuperan

En especial quienes no la sembraron

Sólo las dudas provenientes

De su mitómano proceder.

 

El precio de una mentira, es dudar

De quien habla con amor

Extiende su mano amiga

Te ve con los ojos del alma

Busca de ti, la sonrisa.

 

Haz vivido entre mentiras

Que ya no sabes hablar sin ellas

Y en tu sofisma te preguntas

¿Por qué mi soledad?

¿Por qué se alejan?

 

El precio de la mentira, es insomnio

Por mentirle a alguien

Por dañar a terceros

Incluso por mentirte tú

Al decirte que todo está perfecto.

 

Cuando las mentiras se descubren

El cuerpo sucumbe ante esa enfermedad

Ves miradas de reproche

Escuchas ácidas voces

Te incomoda el ir y el estar.

 

La retahíla de mentiras

Ya no te pueden sostener

Sólo te queda caer

En la verdad, pro misericordia

O seguir hundiéndote a solas.

 

El precio de la mentira, es el adiós

De quienes te quieren

De lo que habías logrado

De la existencia misma

Tú, te has abandonado.

 

Mentir es un dolor inmenso

La verdad, un dolor fugaz

Decirlas es un acto procaz

Que pudre a tu esencia

Y te va consumiendo.

 

El precio de la mentira, es destrucción

Le quitas a otros esperanzas

Das argumentos a los desdichados

Corrompes los actos puros

Desangras al vocablo confianza.

 

Basta de mentiras, es el instante

Deja con ellas el excusarte

Que nadie dude más de ti

Verás que de a poco, serás feliz

No más parias, ni aislarte.

 

Argenis Serrano 

domingo

Cajita de Oro

Tengo una cajita de oro,

porque mis buenos deseos,

el amor, la pasión, la picardía,

los suspiros y esperanzas,

merecen estar allí.


Ya que no están en más nadie,

al no ser recibidos,

darles el descanso merecido,

es lo que debo brindarles.


Tengo una cajita de oro,

llena de poemas, cuitas y reveses,

prosas que no son tal, 

poemas que de cadencia, carecen.


Pero son amor, sonrisas, son...¡Yo!,

no tiene falsedad,

es mi esencia y creencias,

de que amar es ambrosía.


Hay muchas lágrimas evaporadas,

de lo que no fue,

y que sólo las guardé,

para recordar que son mezquindad.


Sí, porque no soy quien,

para obligar a ser amado,

así como nada me obliga,

a ser rencoroso,

felón o descarado.


Tengo una cajita de oro,

llenita de historias épica,

de mí y de quienes me atrajeron,

parecen cuentos medievales,

de caballero y damisela.


De las imágenes que escruté,

del cielo cuando sufría, 

cuando me han dicho no quererme,

junto a rasgos de esa fuerza,

indescriptible que me sostenía.


Tengo una cajita de oro,

que por su material nada vale,

comparado con los tesoros,

que gustosamente usé para llenarle.


Hay paseos, comidas, cine,

dulces, zarcillos, lirios,

plazas de parque, jardines,

algarabía de centros comerciales.


Conocimiento de mí mismo,

cemento y engrudo,

para cuando he debido repararme.


Tengo una cajita de oro,

con años de cuitas, anhelos, sonrisas;

y sí, le faltan besos, miradas caricias.


Pero guardar lo que no tengo,

definitivamente no puedo,

pero con llave lo encierro,

porque a mi pasado,

jamás borrarlo, ni perderlo.


También hay palabras vagas,

delirios de un loco a la luna,

murmullos, carencias, cordura.


Moral y luces también,

algunas cachetadas de realidad,

extraña personalidad,

con un objetivo: hacer bien.


Tengo una cajita de oro,

que le faltan muchas cosas,

pero la guardo bajo una losa,

buscando evitar un robo.


Nadie me quita el todo,

del yunque que me ha forjado,

el baúl que yo atesoro,

es y será, mi legado.


Estoy guardando en ella,

lo que no he podido darle 

a mujer alguna, 

porque todo es de mi sentir,

más puro y honesto.

cajita de oro

Argenis Serrano

domingo

La Fuerza de un Te Amo

Un Te Amo es como un faro en alta mar, iluminando el camino en la oscuridad de la incertidumbre.

Es tan grandioso como la majestuosidad de una aurora boreal danzando en el cielo.

Todo un himno etéreo que eleva el espíritu y activa las fibras del corazón.

La fuerza de un Te Amo es tan inmensa como la brisa marina que acaricia la piel en un día de playa.

Puede ser tan dulce y poderoso como el néctar de un manantial en un oasis en medio del desierto.

Su profundidad es más vasta que el universo mismo, abarcando galaxias de emociones.

Como un árbol centenario, un Te Amo se arraiga en lo más profundo del alma y sus raíces nutren el amor.

te amo

Asemeja al fuego que enciende la pasión y el calor que derretiría incluso el hielo más frío.

Si lo dice una persona que así lo siente, la persona que recibe ese regalo celestial lo escucha como un eco perpetuo que resuena en el corazón, recordándole incesante, grata constantemente su impacto.

La potencia de un Te Amo puede ser tan radiante como el sol al amanecer, llenando de luz y calor el día.

Como un río caudaloso que fluye sin cesar, nutre y revitaliza el amor a lo largo del tiempo, el agua que todos queremos beber, incluso si ante el mundo lo negamos.

La fuerza de un Te Amo es tan imponente como una ola gigante que rompe en la orilla, llevando consigo la promesa de un amor eterno mientras ahoga las penas y dudas que podrían estar rondando.

Puede ser tan resistente como una montaña imponente, soportando las pruebas del tiempo y las adversidades.

Todo un tesoro precioso, porque es valioso más allá de cualquier riqueza terrenal.

La esencia de un Te Amo es como el perfume embriagador de las flores en primavera, despertando los sentidos y el alma.

Dicho de corazón y refrendado con hechos se hace tan eterno como las estrellas que brillan en la negrura del firmamento, guiando cada paso en la oscuridad.

Puede ser tan inquebrantable como la determinación de un héroe en busca de su amada o como el lienzo en blanco del artista, donde una obra maestra se pinta con colores del corazón.

Es como un canto de sirena que seduce y cautiva con su belleza y encanto y aunque suene meloso decirlo, leerlo o escribirlo, quienes lo han vivido, bien saben que en nada de esto ha existido mentira, en especial por recordarlo como la más reconfortante de las melodías.

La fuerza de un Te Amo es pues como el viento que mueve las velas de un barco en alta mar, impulsando el amor hacia nuevos horizontes.

Argenis Serrano 

lunes

Amor de Película

¡Qué buenas son las parejas que son respetuosas entre sí a la par muy desinhibidas, que se arrebatan en el amor íntimo como en el amor de lucha ante la vida! Ese es realmente un amor de película.

Y es que el cine siempre ha sido el aliado –o excusa- ideal para conocerse, intimar y relajarse en pareja. Desde las invitaciones a los cines a disfrutar una película, unos snacks y muchos besos que incluso dificultaban entender la trama, ya que la pasión y el amor naciente eran mucho mejor.

Un amor de película actualmente es invitar a ver Netflix y no verlo. Claro está, cuando la pasión carnal es la que manda. Cuando el amor real está latente, lo que se necesita es un sofá cómodo, una película bien elegida, algo de comer y un abrazo bien acurrucado y repleto de confianza.

Millones de parejas han vivido un amor de película así o lo desean, es una parte crucial de la coexistencia, ya que ante una pantalla se ve a una parejita que confía una en el otro, recargando energías y viviendo la vida a plenitud.

Incluso hay parejas que van más allá y usan la cartelera más erótica o íntima y picante para “adiestrarse” en otras posiciones, adopciones de rol y flexibilidad. De allí que visiten lugares con material de primera como este de Telegram XXX y busquen lo mejor del amor de película de adultos que, aunque para las actrices y actores sea fingido en el predio de la crudeza, para quienes lo ven, es una enseñanza que ellos llenan de verdad y con el corazón le quitan las impurezas.

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Por igual el amor de familia se reúne a ver una buena película en casa, sea en su televisor o en sus dispositivos, compartiendo gustos, criterios, emociones.

Y ni hablar de las películas con temáticas de entretenimiento; van parejas, amistades, familias entras con disfraces o artículos alusivos a disfrutar la magia del cine. Eso también es un amor de película, que se va atesorando y se puede reeditar con algún título en cartelera que conjugue sus emociones y sobre todo, las ganas de estar juntos.

¿Eres soltero o soltera?, ¿No tienes con quién salir, estar, compartir o querer?, el amor de película, sea comedia, romance, acción o esas películas picantes de telegramxxx.info bien que te pueden ayudar a relajar y bajarle dos al estrés (amor a mano, pero amor al fin).

Porque cumplir con el propósito del entretenimiento y poder acceder a todos los catálogos de películas actuales y que gustan, incluso con los temas de las tres X, es un placer asequible para todos, con calidad y sin que nadie les juzgue, lo que se debe es apreciar, gozar y retribuir. Claro está, con el nivel de difusión o discreción que te competa según tu vida y relación.

Compartir momentos, aprender, disfrutar, estimular a la creatividad, fantasía y a los sentidos en general, es parte de una construcción armoniosa entre el cine y los espectadores. Un amor de película se crea entre los que gustan de involucrarse realmente.

Y es también así como te involucras sentimental y estoicamente con alguien, forjando momentos válidos, románticos, relajantes e inolvidables.

En la historia del amor de los últimos 120 años, el cine en cualquier parte, ha sido un pilar en la unión de millones de corazones y ni tú ni yo estamos exentos de vivir esta tan maravillosa experiencia, ¡Sólo se necesitan las ganas!

Argenis Serrano 

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