Sexo Telefónico, Sexo en Red, Sexo TÚ

Es tan rico, arrebatadoramente excitante, el masturbarse en compañía total de la soledad, sea con la desnudez en la cama, mueble, baño. 

Hombres y mujeres, aún sin tocarse, dejan que su cuerpo sólo lo haga. Y una presión sale, con una sonrisa pícara que sin que alguien más la vea, se esboza.

Hay quien deja abierta el alma de par en par frente a la computadora o celular, chateando encantadas palabras inteligentes; intercambio de versos penetrantes con alguien conocido o distantes desconocidos.

Cosquillea el cuerpo, brota el rocío estimulado por dedos ágiles y todo el cuerpo se siente como al teclado, ya que hay en nuestro ser tecleo y tecleo.

Vemos una imagen y te impresiona toda su envergadura y brillo, imaginándola tod@ tuy@ y que escribe letras al borde de tu propia pequeña locura; para luego hacer una pausa prolongando la ricura .

Acaricias tu pecho con los ojos cerrados, los muslos no pueden cerrarse esperando que vengan más palabras, más humedad estremece leve el cuerpo como diciendo ¡no me olvides! 

Se moja el teclado que es tu cuerpo, palparlo y frotarlo es la única alternativa, de seguro y por la distancia que les separa, necesitas el estímulo de su voz y que comparta contigo su excitación. 

Es el momento de invitarle a tu locura, con tan sólo discar su número telefónico.

Ello te inspira el regreso a tu propio cuerpo que te acoge en su cariñosa temperatura, bordeando en sus entradas, hurgando en sus huecos.

Hasta que las fantasías echa palabra mutua por mensajes o llamadas, se transforma en una explosión mental, física...definitivamente orgásmica.

Luego de terminar, juegas en la cima y olvidas con quien acabas de compartirte. 

Te acuestas, te bañas, qué sé yo. Ya tu ser retomó un poco de paz, siendo tú con tú en un divino yo con yo...hasta quién sabe cuando o sí se suplirá con un "alguien" que es mejor.