(Retazos
de poemas y tuits que he realizado, armados cual cuerpo de mujer soñado, una
mujer real, no un maniquí donde se forjan las damas ficticias; mi corazón es
para la verdad, no para la mentira)
Vivo olvidado de mi cuerpo.
Cuando miro la aurora, confusamente lo recuerdo bello,
cual si estuviera fuera de mí y muy lejos.
Cuando miro la aurora, confusamente lo recuerdo bello,
cual si estuviera fuera de mí y muy lejos.
Más cuando tú me miras me lo siento todo,
duro, suave, dibujado, lleno,
y gozo de él en ti y en mí,
contigo, descubierto, en su secreto.
duro, suave, dibujado, lleno,
y gozo de él en ti y en mí,
contigo, descubierto, en su secreto.
Y hay días en que somos tan lúbricos, tan lúbricos,
que nos depara en vano su carne la mujer:
tras de ceñir un talle y acariciar un seno,
la redondez de un fruto nos vuelve a estremecer...
que nos depara en vano su carne la mujer:
tras de ceñir un talle y acariciar un seno,
la redondez de un fruto nos vuelve a estremecer...
Tus manos presurosas se afanan y luego,
como un montón de sombra, cae el traje a tus pies,
y confiadamente, con divino sosiego,
surgió ante mí, tu virgen y suave desnudez
como un montón de sombra, cae el traje a tus pies,
y confiadamente, con divino sosiego,
surgió ante mí, tu virgen y suave desnudez
Tu cuerpo fino, elástico, su esbelta gracia erguía,
eras en la penumbra como una claridad. Era un cálido velo, que todo te envolvía,
eras en la penumbra como una claridad. Era un cálido velo, que todo te envolvía,
la inefable dulzura de tu serenidad.
Con el alma en los ojos te contemplé extasiado.
Fui a pronunciar tu nombre y me quedé sin aliento...
Y por mi ser entero paso un temblor sagrado,
como si en ti, desnuda, se me mostrara el mundo entero.
Fui a pronunciar tu nombre y me quedé sin aliento...
Y por mi ser entero paso un temblor sagrado,
como si en ti, desnuda, se me mostrara el mundo entero.
Para cantarle a tus senos,
imaginé la forma de redondear dos veces la misma castidad.
imaginé la forma de redondear dos veces la misma castidad.
Quisé cantar "el yunque donde forjas la vida"
y todos mis sentidos llegaron a cantar.
y todos mis sentidos llegaron a cantar.
Entonces me di cuenta que el poema estaba
en el límite exacto del pecado mortal.
en el límite exacto del pecado mortal.
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