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¿Existen el Niño Jesús, Santa Claus, los Reyes Magos?

Un niño de 6 años hizo esta pregunta a sus padres: Papá, mamá, ¿existen el Niño Jesús, Santa Claus, los Reyes Magos?

Ellos le dijeron sin titubear, que sí.

¡Pero en la escuela hay unos niños a los que sus papás les dijeron que no existían y que no les pidieran porque los regalos están caros!

Los padres se quedaron viendo. El padre molesto por dentro ante esos crápulas que osaron decirle a sus hijos que ellos no existían, tan solo para robarles las ilusiones por dinero. La madre también lo veía como un robo. Ambos se sentaron al niño entre sus piernas y le hablaron, casi que completando la frase del otro, así:

¡Hijo, ellos existen tanto como tú existes, como nosotros, como Dios, porque ellos existen en la fe; si tú no tienes fe, ellos no existirán!

¿Y qué es la fe?
La fe es creer sin tocar, sin, ver, sin oír, es vivir, es alegrarte, es correr libre, es comer, dormir, despertar; es sonreír, estudiar, trabajar; es una amistad, los familiares, los besos y abrazos; es la vida que le das a tus robots, como tu hermanita menor le da a sus muñecas; es la imaginación, es el rezo de cada noche, es respirar y ver a mucha gente hacer lo que debe, quiere y necesita.
La fe es todo lo que Dios nos pide.

¿Los papá de esos niñitos no tienen fe?
No podemos saber hijo, pero de tenerla, se les olvidó activarla tal como reactivamos el plan del teléfono tu mamá y yo; eso se tiene que hacer siempre o allí sí se pierde.

¿Y cómo se reactiva?
Creyendo, ayudando, queriendo, cumpliendo. Cuando tú haces la tarea, nuestra fe en que tendrás un futuro chévere va creciendo; cuando te cargamos, tu fe en nosotros crece porque siempre estás bien cuidado. La fe es entre todos.

¿Entonces ellos existen?, ¿Cómo hacen para dar regalos?, ¿Para qué los papás le dijeron eso?

Sí existen, siempre existirán, gracias a ti. Y tú debes ayudar a aque esos niños sigan creyendo que existen. Los regalos no son sólo juguetes, debes saberlo. Los regalos son sonrisas, diversión y que los recuerdos de estas fechas sean mejores. Eso viene de nuestra parte.

Los regalos sí son un pacto del Niño Jesús con nosotros, te explico:
El Niño Jesús es un ser divino, que nos ve a todos desde el cielo y puede detener el tiempo, pero los padres debemos estar pendientes de cuando él aparezca para agarrar los regalos y acomodarlos donde tú los encuentres, ¡son muchos niños!, pero eso sí, los niños no deben verlo porque le echan a perder la sorpresa y acuérdate, él es un niño y también quiere que lo mimen, por eso pide eso.

Lo mismo es con Santa Claus que va lanzando todo. Como tienen poquito tiempo, nos ponen a correr a nosotros los padres. Quizás por eso los padres de ese niño que te dijo que ellos no existen, no tienen fe para recibir al niño y no quieren.

No creen en el Niño Jesús por vagancia, hijo, eso es vagancia de indiferencia que es el doble de mala porque perjudica a oros y endurece al corazón.

¿Y los Reyes Magos?
Ellos trabajan con el mismo plan, claro, como vienen con sus camellos, no pueden estar mucho tiempo en la casa. Sólo nos dejan el regalo de ustedes y siguen.

¿Ustedes no me están mintiendo?
No hijo, te queremos mucho como para hacer eso. Y sabes que el Niño Jesús nació porque en La Biblia que te hemos leído lo dice; Santa Claus fue un señor al que el cielo le dio el poder de ayudar al Niño en donde cae nieve y los Reyes Magos, por algo son Magos.

¿Y por qué a ustedes no les trae nada?
A los adultos nos trae según como nos portemos y casi siempre son regalos grandes que valen por unos años, según lo bueno que seamos.

¡Pero yo no he visto que les ha traído!
Mira acá, este espejo, ¿Qué ves?
¡A mí!
¿Y acá?
¡Mi hermanita, durmiendo!

¡¿Viste!? A nosotros nos trajo a ti y a ella, porque nos portamos bien, los mejores regalos. Cuando tú te portas bien y sonríes y quieres a tu hermanita, el regalo crece y crece.

¡Entonces el Niño Jesús existe para esta parte, Santa Claus para otra y los Reyes para otras!, ¿verdad?

Ya lo entendiste.

¡Papi, mami, el 24 ustedes duermen en la tarde para que no se cansen; yo los cuido a ustedes y en la noche, esperan sin sueño al niño y le dicen de mi parte que mi hermanita y yo somos buenos regalos y que vamos a ser mejores!

¡Él lo sabe hijo, lo sabe!

¿Y qué hago con aquel niño que me dijo eso?

Pídele algo para él, que lo deje aquí. Se lo vamos a llevar con una tarjeta que quiero que tú escribas.

¿Qué le vamos a poner?


¡FE!

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