De dejar el pasado en el ayer porque ya los chistes del reverso y la frustración no causaban alegría.
He llegado a un punto en mi vida donde libero aquellas cosas erróneas y frustrantes, sin un ápice de autoestima, que creía mías porque las había acaparado sin compasión y adosándome un tanto del egoismo digno hijo de la ilusión.
Adiós, adiós pasado que me hiciste triste como soy, aunque lo domine.
Adiós, te fuiste hace mucho y me di cuenta hoy, hasta que aclaré con la única forma válida que acepto para resolver un conflicto: La Comunicación, la equidad y los buenos modales.
No puedo pedirte que sigas tu vía porque no tengo aún moral para ello, ya que he sido yo el que había truncado la mía guardando polvo en el corazón negándome por tanto a decirte... adiós.
Cerrar ciclos es una responsabilidad con nosotros mismos, es saldar nuestras deudas internas, liberar nuestras penitencias, asumirnos y aceptarnos en lo que fuimos y en lo que somos.
Es lavar la casa mental y el hall del corazón.
Y abrirle de nuevo las puertas a la VIDA!!!! De par en par...
Ahora a reconstruir lo que me averié y a fusionarlo con lo que sé que soy y valgo. Así recuperaré mi dignidad y no tendré la sonrisa pintada del payaso que oculta su derrota.
Claro, seguiré triste por la falta de amor, pero actual, no el pasado. Y no dejaré que sea igual. Ya esa etapa la he quemado.
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