¿Sabes
qué sueño?, ¡Una cita contigo en el mejor restaurante de Aranjuez!, claro, luego de un periplo cultural y bohemio a
su vez por tan hermosa ciudad española. En fin, quiero recorrer en todo lugar,
pero…a tu lado. Así es como valdrá la pena.
Verte
con tu mejor vestido, cortado a la medida de los pinceles con los que tus
padres dibujaron tu figura de ensueño, conociendo al Palacio Real de Aranjuez, mientras disfrutamos los fresones de tipo
mariguin y algunas fresas con crema, para comer, jugar que te mancho la nariz
con ellas y cruzar nuestros brazos para comerlas en señal de unión.
Abrir
así nuestro apetito es divino, en especial mientras conocemos a la Casa del Labrador donde podemos
imaginar que en su afamado salón de baile, danzamos la música de nuestras
almas.
¿Qué
por qué hago esta alegoría entre comer y estar?, quizá porque tengo hambre de
amor, de comer a tu lado, de digerir cada momento de la vida junto a ti, de
entender que todo me sabe mejor desde que te conocí.
Y
bueno, desde que leí y me comentaron mis amistades sobre el restaurante El Tomate de Aranjuez y sus platillos,
el cómo te atienden de bien, los vinos que tienen, la excelencia de su comida,
el cómo todo parece ser más delicioso gracias al ambiente, pues desde ese
entonces he tenido esa fijación de estar allí, contigo.
Todo
esto es una construcción, que uno realiza en aras del amor, no hay de otra. Y sabes
bien que te amo como no tienes idea. Que la vida se me recompuoso desde aquel
instante en que tus palabras me envolvieron, tu sonrisa apaciguó mis dolores y
tu primer beso me hizo entender qué es la vida.
Que
en una mañana en Aranjuez estemos en el Jardín
del Parterre y en el Jardín del Príncipe, viendo sus imponentes fuentes e
imaginando un gran futuro juntos, es una idea que me trae de cabeza y me gusta
a rabiar.
Almorzar
luego en el Tomate de Aranjuez y conversar de ello, probando sus embutidos y
chacinas, diciéndonos ideas de cómo hilvanar nuestras vidas, comentando
nuestros miedos, los momentos no muy brillantes de nuestras vidas y todo
aquello que atesoremos en el baúl de nuestras confianzas (almas), me parece una
idea genial.
Porque
cuando se está en un lugar hermoso, elegante, plácido, bien atendidos y
comiendo todo aquello que además de deleitar nuestros paladares, nos liberes de
cohibiciones (porque también habrá buenos vinos a probar), se hace perfecto
para sacar todo de adentro y darle el verdadero sentido a la palabra pareja.
Por
eso es que quiero que el lugar mágico, ese que contaremos en anécdotas futuras
de dónde se concretó el amor que nos tenemos, sea en Aranjuez, luego de visitar
sus hermosos Jardines (el Jardín de la Isla
y el Jardín de Isabel II), sentarnos
en la Iglesia de San Antonio a ver
el arte y sentir la espiritualidad, tomados de la mano, visualizando nuestra
boda.
Y
luego de estar en el Museo de Falúas
y la Plaza de las Parejas,
demostrando que no solamente somos una pareja, SINO LA PAREJA MÁS FELIZ, volver a nuestro sitios de comidas, palabras
y miradas frente a frente, tomados de la mano y degustando lenta pero
sustanciosamente el Tomate con Piparras
y Cebolleta que me dicen es el delirio de todos los que asisten al Tomate
de Aranjuez.
Todo
esto es un plan que se hará realidad, te lo prometo. Es un segundo sueño a
cumplir, porque el primero es y serás siempre tú, mi novia eterna, amante plena,
amiga fiel, amor de mi vida. Prometo y cumplo, porque es mi honor y soy el
mayor beneficiado, por ser y estar, contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario