He visto tu rostro, que brilla como la luna en el horizonte, a pesar que le adoses maquillaje, jamás pierde su frescor natural.
Alumbras la oscuridad en el vacío templo que hay en mi corazón y por ello el sol ha palidecido porque tu brillo le opaca.
Tu frente eclipsa a la rosa y tus mejillas al rojo dulce de la manzana. Tu mirada expresiva conmueve al más fuerte y a todos por igual encanta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario