UN CABALLERO NO TIENE MEMORIA…PERO

Muchas veces me he deleitado con tu recuerdo, casi tanto como en esos instantes que fuiste mía.

Hoy, 11 de septiembre, conmemoro ese día 11-09 de 2002, cuando nos hicimos el amor con tanta intensidad, a sabiendas de estar lejanos, de ser algo pasajero, que nos iniciábamos en la entrega carnal y que sólo sucedería y ya, no dejo de recordar lo grato de ello.

Dicen que un caballero no tiene memoria. Esa frase es cercenadora de la mayor libertad de expresión que existe, la que nace del corazón.

Hay que ser reservado, eso lo sé, pero explíquenme cómo hago sí como dicen…

UN CABALLERO NO TIENE MEMORIA…pero su cabello largo y negro me era cual cascada entre los dedos.

UN CABALLERO NO TIENE MEMORIA…pero su perfume ha sido el campo florido que todos en vida hemos querido conocer.

UN CABALLERO NO TIENE MEMORIA…pero su figura no era la de una Diosa, era más que eso, era la de una verdadera mujer, una mujer que a sí misma se quería tal cual era, sin adornos, cirugías, dietas o temores del que dirán.

UN CABALLERO NO TIENE MEMORIA…pero sus besos eran mordiscos leves a mi corazón, los cuales me dominaban. Cuando me daba uno, ya esperaba ansioso el próximo.

UN CABALLERO NO TIENE MEMORIA…pero recuerda todo lo que sus ojos decían, sus sonrisas expresaban y sus manos sugerían.

UN CABALLERO NO TIENE MEMORIA…pero mi mente en ese instante le pensaba sin cesar, con una alegría tan inmensa que ni tiempo tenía para imaginar que en algún instante, ello habría de terminar.

UN CABALLERO NO TIENE MEMORIA…pero yo recuerdo cada uno de tus gemidos, recuerdo aquel grito de placer que día tras día ha taladrado mis sentidos y que está labrado en mármol en mis huesos.

UN CABALLERO NO TIENE MEMORIA…pero recuerdo tu punto “G”, tan sencillo y juvenil que era, en los lóbulos de tus orejas.

UN CABALLERO NO TIENE MEMORIA…pero no dejo de recordar tus dedos, tus piernas y brazos, antes y después de tan bello encuentro y como con ellos me atrapabas como señal de deseo.

UN CABALLERO NO TIENE MEMORIA…pero no dejo de recordar que ambos no teníamos mucha experiencia e igualmente nos movió el fuego de la pasión, que quizás no nos hizo expertos, pero nos hizo sentir en las alturas del bien y el placer.

UN CABALLERO NO TIENE MEMORIA…pero el hotel, el número de la habitación, la cama y la canción que ese día sonó, son razones de culto para mí.

UN CABALLERO NO TIENE MEMORIA…pero recuerdo el beso de despedida, con el que nos dijimos adiós, adosado con su amplia sonrisa y la lágrima que de mi salió y ella jamás vio.

UN CABALLERO NO TIENE MEMORIA…pero recuerdo el día en que supe que hizo su vida con quien sí le pudo conquistar, cercano a su hogar y que le llevó al altar. Y que ella es feliz con él, os juro que no lo olvidaré.

Hoy de ella no sé más, quizás en el hontanar de nuestra Venezuela se quedó. No sé si mi huella en algo quedó, y de haberlo hecho, con qué intensidad pudo ser, pero hoy te declaro mujer, la cual su nombre por respeto y porque UN CABALLERO NO TIENE MEMORIA y no debo exponer, que

¡SIGUES SIENDO EL REGALO MÁS FIEL, A MI FELICIDAD! ¡HOY 11 DE SEPTIEMBRE REMEMORO ESA VEZ QUE NO SE PODRÁ REPETIR, QUE NO SÉ SI EN OTROS BRAZOS SE HALLARÁ O SEGUIRÁ SIENDO MI RECUERDO DE CASTIDAD!

UN CABALLERO NO TIENE MEMORIA…pero ¡una mujer que te lleve a la felicidad, es mentira decir que por caballerosidad le olvidarás y que nunca su nombre en secreto, al viento con suspiros le dirás…!

Y tú, Caballero ¿qué recuerdas a pesar de no tener memoria? Escríbelo aquí en "comentarios", siempre con respeto por favor.