Rosemary Teles De Freitas o Rosy Teles (más que nombre artístico es cariñoso diminutivo), es una joven publicista, comerciante y coralista que la vida me permitió conocer y lo agradezco. carácter fuerte y dulce, como el postre de mejor contraste. Dinámica, humanista y muy correcta, lo que la hace contrastar con mi forma de ser, dosis que anima las amistades: estar más allá de las diferencias. Hoy 13 de marzo es su cumpleaños y con este collage metafórico entre poesía y prosa, quiero rendirle su merecido homenaje y desearle mucha felicidad.
Su blog es: http://elbaulderossy.blogspot.com/
El
hombre que te ame, buena mujer, vivirá en un poema.
En
el lidiar de lo correcto y lo inusual, de lo humano y de lo incierto.
Deberá
contra lo pueril luchar, para que no te pierda.
Y
en ese poema tú has de rimar, para balance como diaria faena.
Su
lira tendrá que ser, música en tu linda voz,
de
alegría para vos, pues te demostrará su querer;
en
ti existe también el deber,
de
seguir el camino de Dios y de los dos.
Su
lealtad será el emblema, de fraternidad firmado,
y
te pondrá de diadema, el respeto ya esperado;
con
amor el mejor tema, que tenías imaginado.
Siempre
elevará tu estima, y te llevará a la cima,
Del
“Monte de los Enamorados”,
Donde
sin ser motolitos, sus cartas habrán mostrado.
Para
ti será el señor, que llene tus ilusiones,
Caminos
desenfrenados, de problemas y soluciones;
Donde
los reflejos bruscos, no dejen sus moretones,
Y
una sola voz no mande, mejor sean dueto de voces.
Que
te traslade una flor, y te ayuda a superar,
porque
sabe valorar, como el conspicuo pintor;
así
es la vida mejor,
al
ciegamente confiar.
Él
pintará corazones, lo vales el ser amada,
no
cortes tus ilusiones, la vida tienes ganada,
y
si avistas desazones, no te sientas desarmada,
no
temas a la familia, ni te quedes en vigilia,
pues
la frialdad se entibia, cuando se abraza del alma.
Nunca
dejes de brillar, levanta tu auto-valía,
Se
mata a la hipocresía, levantando en alto tu frente;
La
vida, amiga mía, se vive con plenitud,
Guarda
y saca de tu baúl, montones de algarabías,
Porque
–repito-, amiga mía,
Ganadora
en la vida, eres tú.
Y
que tu voz de nuevo suene,
Junto
al baile la acompañe,
Tu
sonrisa bien le atañe,
Probar
lo que la vida tiene,
Raíces
del fado ahora suenen,
Que
el cambur pintón, tras él viene.
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