_Soy
el creyente que humilde a Dios hace reverencia,
Por
miedo a estar solo y ya no sentir su presencia,
Me
di cuenta que el cariño requiere un poco de distancia,
Para
saber que es eterno y que el final nunca lo alcanza,
Sin
ti sigo siendo aquel el del bien;
contigo
me hago más fuerte. Argenis Serrano_
Uno siempre piensa y sueña con lo que no tiene, vanidad
y anarquía propia del ser humano.
Pero es así como se logran las cosas materiales, pero
las humanas, las sentimentales, las geniales, de amistad y de empatía, nunca.
Esas sólo se logran siendo alguien que valga la pena
para el orden del bien.
Y extrañar a ese alguien que te llena de sensaciones
nuevas o aquellas que creíste olvidadas o inalcanzables, inexistentes y
disímiles con el mundo de hoy, esas que forman utopías, es extrañar una gema
entregada por serafines en el mejor sueño despierto que se haya tenido.
Extraño esos silencios que ocupas en ver a la lontananza
y hacerte preguntas de las cuales buscas respuestas.
Extraño la sonrisa que me da vida.
Una excitación atípica de 5 sentidos que despiertan al
sexto en conjunción con el ser y el estar. Eso propulsas y me revitaliza.
Me haces soñar con el ayer, el ahora, el mañana en
comunión con la realidad y es una inteligencia emocional que desmorona los
tabúes, el materialismo, lo pragmático y las banalidades del cuerpo.
Tus palabras cubren la necesidad afectiva que mi
comprensión clamaban.
Sentir tu decisión ponía a la mía en el cenit, sin
quedarse atrás, sin competir, sin sentirse inferior o superior. Decisión, esa
actitud de la palabra se hacía realidad.
Hablo en pasado como sí te hubiese perdido y sé que no
es así.
Más la costumbre del encuentro, del abrazo a los
sentidos, al conocimiento, a la cultura, a la locura, a la lucha contra el caos
de no ser más de lo mismo y a su vez no ser del otro montón de los que están
viendo a los otros no ascender, siempre harán falta.
Porque la vida es como un anaquel, donde todos podemos
ser elegidos por igual pero bien que debemos buscar un sitio donde se nos
encuentre y valore más. Esa es la sana competencia, en la que te ganas el lugar
que tienes sin destruir a nadie.
Te extraño tanto, porque me acostumbré a ti. Más los
despertares en mi alma, mente e hidalguía se quedaron con la energía perpetua
de tu ejemplo.
Debe ser por eso que tanto te pienso, porque lo hago
siendo lo que de verdad soy y que tú llegaste a ver, cuando todos voltearon sus
rostros para no mirar la realidad de mi esencia misma.
Has sido la bendición de la belleza y la presencia; el
éxtasis del contemplar, la cercanía que a su vez tiene distancia, el trecho a
transitar que se debe hacer con pie de plomo y sin llevar los rastrojos de ser
más de lo mismo, ergo, no fingir ni copiar lo que realmente no me identifica.
Te extraño por el bien que has hecho en mí. Te necesito
mucho y por eso en mi mente te pienso y en mis acciones, te hago honores.
Lcdo. Argenis Serrano - Twitter: @Romantistech
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