sábado

¿Quién mató a las Mariposas que Vivían en mi Estómago?

Y sin embargo, hoy también estoy aquí…


…hablando para mis adentros de ti, recordando tantos y tantos momentos, espacios, lugares, que dan miedo; de súbito el estómago se me llena de miles de mariposas como ya había olvidado, pero para mi mayor dolor, mariposas lindas llenas de engaño.

Mariposas de todos tamaños y colores, revoloteando con el cuerpo henchido, labrando un hueco aún no sé dónde, pero haciendo un hueco interminable y casi que doloroso.

Y resulta lastimero y deprimente comenzar a aceptar que ya no son las mismas desde que no tienen por quién esperar ansiosas, ahora ese hueco se tiene que llenar con tierra y no con besos, tal vez con sueños…

Pero... ¿te das cuenta? Cómo es que ha pasado tan estrepitosamente rápido el tiempo, cómo es que en algún momento la marea nos echó de su mar, de su propiedad y nos abandonó, sin cobija, sin lunas, con los pies pesados como el hierro, cansados de caminar.

Todos esos sueños matutinos que se acrecentaban con el transcurrir de las horas de cada bonito día contigo, se han quedado guardados en la memoria, quizá perdidos entre papeles mal escritos…

Hoy agachamos la mirada porque la luz resulta insoportable ante nuestros ciegos ojos.

No sé si al destino siempre le gusta jugar tan temerariamente, hasta dejar los corazones al borde de la muerte.

¿Tú qué crees? a veces todavía logro escuchar tu respuesta a mis incesantes preguntas, creo que el amor es tan delicadamente complicado, que no sólo roba los pensamientos, también exige no distraerse ni cansarse; porque mal trabajado resulta ser el arma letal para dos que se quieren, porque pueden destruirse su camino, sus tardes y esa fe incontrolable de los ojos.

Porque lo que con amor sincero se construye, puede derrumbarse con la zancadilla de una mentira, con el temor de tus propios temores y con la rutina, además de absurdas pero crudas verdades que mal se asumen.

¿Qué piensas?, ¿tienes mariposas en el estómago como éstas o son nuevas y buenas por alguien más?

Creo que a mi “flora intestinal” debo llenarla de cosas buenas y sanas, para que vengan nuevas flores, un campo de ilusiones para mí que pueda materializar en la vida real y que alguien traiga nuevas y buenas mariposas de las que son eternas, porque viven del amor.

Y mientras escribo, las radiantes mariposas se han quedado dormidas, quizá muertas; porque se han cansado de esperar, porque las mariposas son frágiles, hermosas y libres, pero eternamente desesperadas.


Argenis Serrano - @Romantistech

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