Ya ella no es posible para mí, bueno, ya lo sabía desde hace años, pero esa esperanza que abrigué jamás la hice factible. No, no la perdí, fue que no la merecí que es distinto.
Ella ahora sonríe y escribe, danza y describe, labora y sueña sin temor a nada a decir cuánto le ama a él; sí, a ese caballero que está en plena bendición al tenerle a su lado, a ese que sí luchó, que demuestra en sus acciones que la merece, que está con ella para bien y contra el mal.
Ella está ahora en las mejores manos y no me refiero exactamente a que es de él; al contrario, hoy más que nunca ella es más de ella de lo que ha sido en su vida y que a mi lado de seguro no lo sería. Quizá deba definirme como lastre o como una pieza del rompecabezas de la vida que no pega con ella aunque estemos armando a la misma figura.
Somos parte del mismo conglomerado y aún así no estamos juntos. Y como ella ahora está en sus manos, escribiendo y reescribiendo futuro, haciendo de sueños proyectos y creando logros desde los más sencillos hasta los más complejos, está feliz como debe ser toda mujer independiente que a su vez no está sola.
Porque ninguna mujer merece estar sola, pero los hombres que nada aportan a la humanidad como yo, sí. Y es un extraño balance, pero con él a su lado me doy cuenta que la vida y el cielo saben lo que hacen y a cada buena oveja, su pareja.
Ambos están entre sus manos, entrelazados y fuertes, unidos y en sintonía y van a crecer en armonía, porque bien que se lo merecen, se nota e inspiran.
Yo, canturreando me alejaré y tendré que ver de frente a mis fallas y decidir sí debo pagar más cárcel por ellas o buscar la salida legal y lógica.
Lo cierto es que no me voy a castigar por no tenerla, porque ella jamás fue mía, creo que ni en mis sueños logré tanto.
Ella es de ella y por eso sé que está en buenas manos. Y con eso mi condena se rebaja un poco o al menos, llega un ave a cantarme al tragaluz de mi prisión.
¡Que tus manos te sigan construyendo, dama especial!
Argenis Serrano - @Romantistech
Ella ahora sonríe y escribe, danza y describe, labora y sueña sin temor a nada a decir cuánto le ama a él; sí, a ese caballero que está en plena bendición al tenerle a su lado, a ese que sí luchó, que demuestra en sus acciones que la merece, que está con ella para bien y contra el mal.
Ella está ahora en las mejores manos y no me refiero exactamente a que es de él; al contrario, hoy más que nunca ella es más de ella de lo que ha sido en su vida y que a mi lado de seguro no lo sería. Quizá deba definirme como lastre o como una pieza del rompecabezas de la vida que no pega con ella aunque estemos armando a la misma figura.
Somos parte del mismo conglomerado y aún así no estamos juntos. Y como ella ahora está en sus manos, escribiendo y reescribiendo futuro, haciendo de sueños proyectos y creando logros desde los más sencillos hasta los más complejos, está feliz como debe ser toda mujer independiente que a su vez no está sola.
Porque ninguna mujer merece estar sola, pero los hombres que nada aportan a la humanidad como yo, sí. Y es un extraño balance, pero con él a su lado me doy cuenta que la vida y el cielo saben lo que hacen y a cada buena oveja, su pareja.
Ambos están entre sus manos, entrelazados y fuertes, unidos y en sintonía y van a crecer en armonía, porque bien que se lo merecen, se nota e inspiran.
Yo, canturreando me alejaré y tendré que ver de frente a mis fallas y decidir sí debo pagar más cárcel por ellas o buscar la salida legal y lógica.
Lo cierto es que no me voy a castigar por no tenerla, porque ella jamás fue mía, creo que ni en mis sueños logré tanto.
Ella es de ella y por eso sé que está en buenas manos. Y con eso mi condena se rebaja un poco o al menos, llega un ave a cantarme al tragaluz de mi prisión.
¡Que tus manos te sigan construyendo, dama especial!
Argenis Serrano - @Romantistech
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