Dame la mano y danzaremos;
dame la mano y me amarás.
Como una sola flor seremos,
como una flor, y nada más...
El mismo verso cantaremos,
al mismo paso bailarás.
Como una espiga ondularemos,
como una espiga, y nada más.
Te llamas Rosa y yo Esperanza;
pero tu nombre olvidarás,
porque seremos una danza.
Reflexión
de Romantistech: La poetisa chilena Gabriela Mistral va
directo al grano del amor: Ser dos que se acompasan y acompañan para hacerse
uno ante la vida.
Quienes se van educando en el baile de la vida, danzarán incluso ante las adversidades con pasos seguros, sincronizados y siempre reinventándose para enseñarse uno al otro.
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