miércoles

Tirada del Tarot del Amor

En ocasiones hay tanta confusión y tristeza que no podemos ni siquiera formularnos las preguntas idóneas. Y eso que nos las pasamos buscando respuestas. Vamos de aquí para allá, hurgando en todo lo bueno e incluso en lo que muchos ponen a un lado. De todas esas, me decidí por el Tarot.

Y me atreví. Osé cruzar al umbral de lo que la mente sólo puede comprender cuando se atreve a abrirse a realidades insospechables. Consulté a las cartas del Tarot lo que el destino me deparaba, lo que mucho se escondía en una densa niebla de irrealidades, lo que las mentes supuestamente más lúcidas no podrían deducir con su lógica.

Osé a abrir mi mente así como abrí mi corazón a la llegada de un ser que me ayudase a consolidad este rompecabezas de mi ala, los retazos de mis cuitas, el hilo de mi existencia. En la tirada completa de las cartas del Tarot, encontré consuelo, percibí orientación.

tarot
Lo que me ocurrió con la lectura del Tarot

Las cartas del Tarot no son juego, sino sagrada devoción. Y por ende entienden así al amor que es igual y superior, aunque Tarot y Amor en sus símbolos significan misterio y seducción.

Me desvelaron enigmas que yo mismo no podía formular, desde hacer al piso de mi cordura, como el económico y sentimental. Porque a un amor se le ofrece, más allá de lo material, esa estabilidad de la cordura y la conexión emocional.

Ese mazo de naipes me fue contando de francas posibilidades atadas a mi corazón. Todas buenas pero ninguna meritoria, si yo no actuaba en franca comunión entre mis sentimientos y la razón.

Por el Tarot entendí que el amor es una historia que se escribe antes de aparecer, esa mujer que ya trae la suya y que está deseosa de querer.

Esa concentración que se me pidió cuando lanzaron la tirada completa de cartas a mi nombre, es la misma que se me pide para cada paso que dé. Que nunca deje de pensar, nunca deje de sentir, que el significante y el significado de cada acción por mi enamorada, vayan generándome mayor conocimiento, para mejor estar, para mejor cumplir.

El Tarot es como el Zodiaco, que significa relación con el cielo y con lo divino. Y es a él que elevo mis ya claras preguntas, ¿Cuándo llegará?, ¿Cómo sabré que es ella?, ¿Me darías la fuerza para dar los primeros pasos y bien encaminarme?

Las respuestas en las cartas del Tarot me llenaron de sorpresa. Ese toque humano de escepticismo se rompió ante una lógica clara, que respondió lo que sólo sabía mi alma.

Nadie me coaccionó ni jugó con mi inteligencia emocional; todo lo que las cartas del Tarot me revelaron fueron el pleno de verdades que me ayudaron a saber qué preguntar y a obtener más respuestas de las que podría yo merecer.

Tengo el conocimiento que todo hombre puede querer para amar a una mujer: Sé que le debo ofrecer y que ella de sí, su mayor esfuerzo también va a dar.

Sé que podremos caer, pero que el amor de ambos nos volverá a levantar.

Sé que no todo es como se cree que es, pero que mucho del mundo nos puede bien asombrar.

Aprendí que el querer es estar, en mente, corazón y alma, incluso cuando físicamente no nos podamos acercar.

Tengo claro que lo material vale mucho, pero nunca como el amor, respeto y lo que supere a lo sensorial.

Sé que el Tarot no es magia, sino que la misma es la que nosotros en nuestro querer y andar, podamos en nuestra flama del amor podamos hacer cada vez más y más destellar.

¡Y no saben cuánta felicidad que en mi cuerpo ya no cabe, fue la llegada de ella, esa que yo mismo supe propulsar!

Más por develar

Cuando la vida se siente completa porque el amor de la persona amada te llena, todo tiene nuevos y mejores aires. Me siento fuerte, creativo, mejor poeta.

Con el Tarot encontré la claridad en mí para poder consolidar las preguntas y triunfar con sus respuestas. Porque el amor en base al esfuerzo individual que se suma al de la pareja y hacerse entre ambos un verdadero uno en dos, es tocar al universo y que éste habite entre mis manos.

Sin dudas, sin temores, sin falsos tabúes, seguiré consultando a las cartas del Tarot sobre las cosas de la vida. Porque ellas no me dicen lo que tengo que hacer ni reacomodan con hechicería ni herejía lo que es o ha de ser.

Ellas me ayudan a entender al mundo con una agudeza visual que parte de la mente y va en perfecta comunión con el alma. Allí, donde de común el amor y el interés verdadero por la persona amada habitan, funcionan, dirigen y a la vez con nosotros, sueñan.

Cuando por trabajo, estudio, salud, familia o diversión necesite de una orientación, claro que acudiré al Tarot sin temor. Si sus arcanos me orientaron en el bien más preciado del mundo, el amor, por supuesto que me darán pistas para qué alma y astucia se guían, para encontrar el camino mejor.

Somos los capitanes del barco que es esta vida, en el mar del amor que Dios nos concedió. Y sean las cartas del Tarot los mapas guías, que bien nos orienten, para que nuestra sea la mejor decisión.

Nunca dejes de preguntar, así alejarás al temor que surge, por dudar.

Argenis Serrano

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