lunes

Eres Atemporal...

atemporal

Tú no te limitas a un tiempo específico, tu corazón es eterno. Con un potencial que le hace perenne, viviendo en ti y en mí.

En este tiempo tan gris, eres color y brillo; destilas clase, cultura y prestas tu oído y palabra para construir o reconstruir.

Imperecedero se siente el tiempo cuando estás cerca y, en tu lejanía, el pensarte hace que las horas pasen entre plácidas caminatas por los recovecos de la mente que son llovidos por agua fresca del alma.

Que una humana sea inmortal sólo es posible si brinda un legado que, silente o bullicioso, resuene por siempre en los demás. Regocíjate, porque ya tú sembraste muchos.

Que lo atemporal de tu presencia terrenal sea duradero, ya que tardé en conocerte y, pido al gran creador del universo que me permita recuperar el tiempo perdido sin haberte conocido y duplique cada segundo que nos resta.

Eres intemporal al estar fuera del tiempo y porque lo trasciendes, haciendo que cada instante valga para ti y para otros. Incluso cuando te das reposo, todo tu trabajo sigue andando cuán reloj.

Prometo que mi admiración por ti será por siempre un valor sempiterno, porque habiendo tenido el mejor de los principios, ¿Cómo he de pensar o querer que tenga fin?

Tan permanente como la huella de nuestras acciones, que perdura más que la de nuestro pisar en el camino, es y será tu sonrisa acompañada con acciones, carisma y muchas buenas emociones.

Eres atemporal como un sonido clásico que nos saca de las cuitas y nos devuelve a esos instantes que merecen el regreso, siendo el punto de restauración que nos hace realizar mejor las cosas, esta vez.

Legado universal que habita en un espacio tan hermoso como es tu ser el que nos dejas, incluso cuando callas y en el silencio te encierras. Llegaste para ser y estar, vencer y destellar.

Mantenerme inalterable en tu presencia es difícil, porque deliro, suspiro, sueño y me siento tan vivo. Igual cuando no estás y te pienso, por todos los escenarios felices que entre ambos, escribo. 

Tu presencia atemporal ya es indeleble y se hizo parte de mis células. Somos pues, del color de nuestros pensamientos y de la regeneración de nuestras ambiciones.

Pase lo que pase, te mantienes vigente, por ese don de gente que hace que te transformes una y otra vez en una mejor versión de ti, dejando atrás los pesares y manteniendo los fulgores.

Ser constante y vertical, te mantienen atemporal, como nacida en las más hermosas y filosóficas épocas de la historia universal, llegando a este momento para ser motivo e inspiración de mis mejores pensamientos.

Fijo quedó el recuerdo de cada instante que compartimos, no tanto para vivir en él a manera de escapar de la realidad; sino como testimonio de que hay muchos momentos felices que el destino me ha brindado y que puedo de una u otra forma, recuperar.

Se mantiene mi cariño inmutable hacia ti, porque como ya he dijo, llegaste para quedarte en mis mejores acciones, cuando me siento solo en mis andares, cuando quiero colocarle rostro a la belleza del mundo.

Tradicional, locuaz, delicada, sublime y correcta. ¿Así quién no se subyuga, teniendo buen gusto y mejor criterio de lo que es valioso y fundamental es una mujer?

Trasciende pues en el tiempo, mientras en este plano terráqueo te encuentres, dejando a todos los buenos conmovidos y derrotados a los malos.

Es netamente atemporal y perpetuo en quien sabe que el mundo es mejor para quien lo ve como ve a las flores, a los libros y a la música, que a quien lo ve cargado desde la desesperación o la beligerancia.

Tu presencia y esencia atemporal es pues un ropaje del alma, tan atávico y relacionado con lo ancestral, que perdura desde hace mucho tiempo.

Porque ya desde antes de nacer, eras igual que en este instante cronológico de tu existencia: la mujer ideal por verdadera.

Argenis Serrano 

sábado

Sin Firma (Anónimo)

sin firma anónimo


El mal utiliza el anonimato y siempre es descubierto. Pero quien expresa verdades sin agredir, su anonimato siempre es protegido.

Porque en él hay misterio, libertad y búsqueda de concordancias que le permiten tocar el cenit de la nobleza y llegar a lo más recóndito del alma.

A veces una firma garantiza que un autor pasará a la posteridad. Y cuando hay un anónimo, se sabe que su legado fue para la posteridad sin importarle el origen.

Sólo pide que el mensaje no muera, que viva en los corazones, las acciones, la construcción de nuevos conocimientos.

“Anónimo”, está en muchas canciones, nacidas de los cantos espontáneos de gente noble cumpliendo sus tareas o de marchantes que acompañaban con melodías, frases o silbidos, los trayectos, haciéndolos más livianos y menos solitarios.

Alguien los escuchó y los replicó. Y al no saber quién tenía la autoría, continuó el legado dejando la pieza en el anonimato de firma, pero sabiendo que surgió de un alma espontanea, pródiga, a la que había que inmortalizarle el legado sin robarle el crédito.

¡¿Cuántos poemas no son firmados, más que un “anónimo” entre corchetes?!, siendo lindos, útiles, hereditarios y que acompañan las imágenes que nos envían actualmente en las redes sociales.

Agradecerles a quienes no tuvieron mayor interés de dejar pensamientos útiles, siempre será un acto noble que se logre con sonrisas, suspiros, retransmisiones y aprendizaje.

Obras de arte de cualquier índole no tienen firma o sus signatarios colocan un rótulo que es de por sí, más arte, su huella, pero no el foco de atención, sino el de hacer entender que el arte puede ser de todos, sí se deciden a entenderla y adoptarla.

Las mejores cartas de amor y los poemas en los balcones, son firmados en ocasiones con un “tu admirador” o “por siempre, tuya”, manteniendo lo ignoto hasta que llegue el momento propicio de revelar su identidad, si acaso ese momento llegare.

Suspiros, incertidumbre, preguntas, sorpresa, emociones, exaltaciones, lo excitante se hace presente cuando una carta de amor arrebatada confiesa la realidad de su ser, pero la letra no es identificable, ni el estilo, y la falta de una firma hace que el espíritu investigativo aflore, buscando entre los posibles escribientes, casi siempre para errar al ser el más insospechado enamorado o enamorada, quien dijo en letras lo que su alma le dictó.

Anónimo es también quien da un pan a un necesitado, ayuda con un aporte a un desconocido o al menos no ensucia la ciudad y pasa impoluto entre las tentaciones de las malas obras y la auto conveniencia. Aunque no rotule, ha firmado y sellado un pacto precioso con los valores humanos que le premiarán tanto en la tierra como en el cielo.

Sin firma, una persona anónima dice muchas cosas buenas, haciéndole más valioso el contenido de sus palabras, letras o acciones.

Así como un fosforo en buenas manos puede prender una parrilla y alimentar a los seres queridos, en malas manos puede encender un bosque. Por igual el anonimato requerirá que tras de él esté un rostro desconocido en su forma física, pero comprendido en su forma humana que expresa en emociones y mejores acciones por los demás.

A estas alturas, no sé sí firmar este artículo que quizá no sea un legado portentoso, pero es el reconocimiento de que el anonimato es poético cuando las intenciones y los fines, trascienden al ser humano.

Y sí alguien quiere saber mí nombre, soy Argenis Serrano para escribir, pero prefiero ser anónimo cuando me toca hacer el bien, sin mirar a quien. Con que yo lo sepa, es más que suficiente.

 

(Dedicado a quien comenta mis post, pero no sé su nombre) 

miércoles

Trazos...

trazos


Me dibujo tu silueta

y puedo besarla

hablarle,

amarla.


Como sé que no podré hacer contigo,

como jamás lo merecí,

por eso mi osadía,

se hizo imagen.


En colores como tu actuar,

brillante como tu actitud,

serena como tu calma,

tus trazos celestiales.


Así trazada, me acompañarás,

cuando requiera hablar,

sentir, orar,

estar acompañado.


Escucharé tu voz,

imaginaré tus ojos,

sentiré tu respiración,

retozaré en tu piel.


Es la forma de hacerte mía,

como en mis sueños diarios,

sin lujuria ni enfado,

sólo amándote, feliz.


Taciturno, dormiré en tus colores,

sin letargo, despertaré en ellos,

pintaré pues mis días,

con la acuarela de tus trazos.


Soy paz, por ti,

soy mejor, para mí,

soy, esa es la verdad,

y seré así hasta la eternidad.


Tracé tu figura,

quedó lo mejor posible,

pero tú eres,

esbozo de la perfección.


Algún día espero,

trazar toda tu imagen,

pero mejor sería,

calcarte en cuerpo entero.


Policromía de mis anhelos,

trazos de calma,

agonía de mis desvelos,

sosiego de mí alma.


Despido mis palabras,

porque quiero seguir,

contemplándote plácidamente,

tal cual te he trazado.


Argenis Serrano

viernes

¿Y sí me permitieras estar contigo una vez?

Y sí me permitieras estar contigo una vez

Permítete la osadía, sí, por un solo instante, de responder a esa premisa que cuelga en el aire como una promesa susurrada: ¿Y sí me permitieras estar contigo una vez? No hablo de la permanencia ni del laberinto de lo cotidiano, tampoco exijo el para siempre. Pido una única conjunción, un punto exacto en el vasto universo de las posibilidades, donde el tiempo se doblegue y el destino guarde silencio.

No es capricho, sino la urgente necesidad de atestiguar, en la carne y el espíritu, esa verdad que solo tu proximidad parece custodiar. Piensa en ese encuentro no como un final, sino como el epílogo necesario de una historia que solo ha existido en la distancia, en la elegante tortura de la imaginación.

Sería la rendición a la curiosidad mutua que nos ha tejido. Un único diálogo sin las murallas del pudor, una pausa donde el ruido del mundo se desvanece, dejando solo la resonancia de dos almas que se reconocen al fin.

No hay reclamo en esta súplica, solo una oferta: la de quemar en una sola noche la leña de meses, quizá años, de anhelo contenido. Concédete el privilegio de saber cómo se siente el aire en mi presencia, si mi voz es tan grave como la recuerdas, si la electricidad que intuyes entre nosotros es, al tacto, un relámpago o un simple calor de hogar.

Una vez, solo eso. Para que ni tú ni yo tengamos que vivir con la sombra del "qué hubiera pasado" planeando sobre nuestra resignación. Para poder cerrar el libro con una página de verdad, no de mera conjetura. Y luego, si lo deseas, podremos volver a ser desconocidos, pero cargados con la certeza de un instante indivisible. Permíteme estar, y así, permítenos ser.

No hay falso ego ni la fatua idea de una vez y “consumatum est”; no me voy a atrever a cambiar de la buena persona que soy tan sólo porque logré un objetivo que era una utopía celestial. Porque eso sería ofenderte y mucho peor: perderte.

Quiero que las sensaciones se aviven y que en nuestras historias de vida existan renglones escritos correctamente de algo que rompió los paradigmas de la picardía y que -te pido de corazón-, no le des más excusas banales para dilatar que suceda, acá nadie cuestiona a nadie.

Y, si no va a suceder, dímelo también sin rodeos, porque yo no te veo capaz de la crueldad de dar una larga espera para decir que no y que ese no provenga de argumentos de miedos, cuestionamientos personales o de verme como un aprovechado o de un hombre que sólo desea que algo grande suceda una vez y ya.

Y es que de suceder, ese evento grande será un parteaguas que atraerá mejor conocimiento de ambos y de lo que se puede esperar uno del otro, unidos por los grilletes que poca gente en estos tiempos quiere portar y eso que no retrasan, esclavizan ni dañan: los grilletes de la confianza.

Ahora nada más ve en tu corazón, mente, en tus ganas y libertades; y haz un pareo con quien sabes en realidad que soy y cómo puedo llegar a ser, seguro estoy que en tu portentoso ser lo sabes y que es de allí de donde podrás responder a mí perpetua pregunta ¿Y sí me permitieras estar contigo una vez?

Argenis Serrano 

lunes

Carta a una Mujer que Perdió a su Bebé en la Gestación

Aclaratoria de Romantistech: Claramente que no se le puede pedir a una inteligencia artificial ni copiar textualmente esta o alguna carta, pero es la única manera que encontré para que las mujeres que han pasado por ello (y los papás, no los olvido), tengan apoyo y consuelo en estas palabras que sí me salen del corazón. 

Por ende, sí buscas ayuda para redactar una carta o mensaje a una mujer que está pasando por ello, te recomiendo que la escribas de la siguiente forma: Desde el corazón, el respeto y el optimismo.

 

Un mensaje de consuelo y fe para el corazón que ha amado y perdido

En este momento de profundo dolor e incomprensión, sé que las palabras pueden sentirse insuficientes o vacías. Nos encontramos hurgando en el "¿Por qué?" o el "¿Debió ser así?", y es natural que el alma se sienta abatida.

Pero esto es más fuerte que yo y mis resquemores, por ende no puedo dejar de expresar el profundo pesar y la solidaridad que sentimos por esta pérdida inmensurable, ya que mi propia humanidad me lo exige y yo ciegamente la obedezco porque sé que es para bien.

De buenas a primeras quiero que sepas que no estás sola en este camino.

Entendemos que el plan de Dios es un misterio, y aunque se nos presenta la dura prueba de ver partir a un ángel que anhelábamos tener en brazos, debemos aferrarnos a la fe.

El amor que ya existía para ese pequeño ser es la base sobre la que puedes apoyarte para seguir adelante, sabiendo que ese bebé es ahora una estrella brillante en el cielo, un nuevo habitante en el reino de Dios.

La manera en que tú, y tu pareja o entorno cercano, han enfrentado este suceso con aceptación, dignidad y la firmeza de la esperanza, es un testimonio de su fortaleza.

De esta experiencia queda una profunda honra, un aprendizaje invaluable y una fe inquebrantable en el porvenir. Han demostrado una hidalguía que debe ser fuente de orgullo y consuelo.

Nunca pierdas la convicción del amor incondicional de Dios, un amor que se refleja en el afecto de las personas que te estiman, te acompañan y te brindan su apoyo. Este amor terrenal y el divino son el sustento para la actitud de fortaleza que han mantenido, la cual es un acto de profundo respeto por el lazo sagrado que se formó.

Es un desafío anhelar que todo sea fácil y que solo sucedan cosas buenas; la vida, a veces, nos confronta con el sinsentido. No obstante, la fe nos recuerda que la Divinidad jamás deja de reconfortar y recompensar a quienes se mantienen firmes en la creencia, la comprensión y el respeto por el propósito mayor.

Toca ahora fortalecer el cuerpo, el alma y el corazón para poder proseguir. No hay lugar para el temor, el desaliento o la duda, pues ello debilita tu espíritu.

Honrar la memoria de ese ser, cuyo rostro quizás no pudiste ver pero cuyo corazón sentiste latir, significa mantenerte fuerte. Fue un suceso de amor puro y una experiencia que forjó un mejor camino para ti.

Con la bendición y el permiso de Dios, la vida te regalará la dicha de un nuevo ser, o incluso más. Serán fruto de un amor maduro y de una sabiduría ganada a través del dolor, la cual te hará una madre más fuerte y consciente.

A ese futuro hijo o hija le prodigarás cuidados llenos de amor y libertad, y entre todos honrarán a ese ser que, aunque la ciencia lo llame una pérdida gestacional, fue realmente un alma con vida desde el momento de la concepción.

Ese ser te vinculó a ti y a tu pareja de una forma sagrada e inquebrantable, permitiendo un crecimiento mutuo y en el amor que jamás dejará de suceder, porque ahora tienen el lazo eterno del amor familiar.

Mis respetos profundos, mi apoyo incondicional y mi fe inmensa están contigo, con la convicción de que los tiempos mejores están por llegar y de que el amor siempre triunfa.

Por ello, debemos concluir que: Dios es Amor, y dado que Dios es un misterio que siempre nos conduce a un propósito mayor y mejor, el Amor también es un misterio que nos lleva a un destino más alto, aun cuando no lo comprendamos ni lo veamos de inmediato.

Ánimo, y muchísima salud y fortaleza para ti, tu pareja y todos sus seres queridos. La esperanza los mantendrá en pie.

Argenis Serrano 

miércoles

Quisiera Dejar de Decir tu Nombre

Quisiera dejar de decir tu nombre

Porque él sale solo

En mis conversaciones con otros

O en palabras involuntarias

Asemejando a estar loco.

 

Al acostarme luego de orar,

Al despertarme y decir buenos días,

Aparecen tu nombre e imagen

Confundiendo al alma mía.

 

Cuando disfruto u alimento,

Al tomar algo refrescante,

Mi paladar viene a nombrarte,

Porque tu nombre me sigue endulzando.


Quisiera dejar de decir tu nombre

Ya me cansa estarme flagelando

Con alguien que no es mi certeza,

Y de iluso, sigo soñando.

 

Cuando creo que te he superado,

Aparece tu nombre cuán clamor,

Como si acaso tuvimos amor,

Y no ese vertiginoso fracaso.

 

¿Qué tiene esa melodía de tu nombre,

Que tarareo cuando debo enfocarme?,

Tanto me tocó desenamorarme,

Y vuelvo a ser tu guiñapo de hombre.

 

Quisiera dejar de decir tu nombre

Volver al instante antes de conocerte,

Tomar otro rumbo y perderme

Y ver hoy día, claro al horizonte.

 

Pero esta pelea conmigo,

La pierdo aunque me resista,

Como tú cadencia, juro y atestiguo,

Que difícilmente en otra, exista.

 

Vales demasiado y no pude,

Convencerte de ser ese chance,

De ser yo el que seguro acude,

Cuando la vida, quiera golpearte.

 

Quisiera dejar de decir tu nombre

Proseguir mi camino tranquilo

Sin que ese sonido me agobie

Sea al pensarlo, o decirlo.


Querida y valiosa prosigues,

Buscando también pronunciar,

El nombre de quien vas a amar,

Tal cual como para amarte, vives.

 

Quizá tendré que utilizar,

La rima de tu bello nombre,

Como mantra para recordar,

Que por ti, amé, soñé y reí,

Y me hice…un mejor hombre.

quisiera dejar de decir tu nombre
 

Argenis Serrano 

jueves

El Amor en el Animé

amor en el animé

El amor en el animé es un fenómeno cultural que trasciende la pantalla para instalarse en el imaginario colectivo como sinónimo de pureza, intensidad y una dedicación casi épica. Se trata de romance y de la representación idealizada de los valores más nobles que pueden cimentar una relación.

Es un amor que se cuece a fuego lento en medio de desafíos de oficina, batallas intergalácticas o la simple búsqueda de un propósito. Este tipo de afecto se distingue por su sinceridad radical y una inocencia que lejos de ser ingenuidad, es una fuerza que protege la autenticidad de los sentimientos en un mundo que a menudo es muy cínico.

Los personajes tardan en reconocer sus emociones, a veces de forma cómica o frustrante para el espectador, pero cuando finalmente lo hacen, su compromiso es inquebrantable.

Cuando la pareja se enfrenta a un obstáculo —una mudanza, un malentendido monumental, un rival o incluso el fin del mundo—, no hay lugar para la rendición. El esfuerzo y el sacrificio son los lenguajes de este afecto. Es común ver a un personaje correr bajo la lluvia para entregar una confesión, trabajar incansablemente para alcanzar un objetivo compartido, o arriesgarlo todo por la seguridad del otro.

Esta tenacidad no es unidireccional; inspira al ser amado a ser una mejor versión de sí mismo. Se apoyan mutuamente para perseguir sus sueños, ya sea convertirse en el mejor deportista, el músico más grande o el líder más justo. Es un vínculo que potencia el crecimiento individual, no que lo restringe.

Dicha dinámica de superación es, quizás, la razón por la que tantos jóvenes buscan inspiración en estas historias. De hecho, este anhelo a veces los lleva directamente a una tienda de mangas en México o Colombia, Países Bajos o Francia, para hacerse con el último tomo de una serie que captura perfectamente ese ideal de relación basado en el esfuerzo y la lealtad.

A pesar de la intensidad, el amor anime es a menudo casto y respetuoso de los tiempos de la otra persona. Los gestos de cariño son a menudo pequeños, pero cargados de significado: una mano ofrecida en un momento de duda, un almuerzo preparado con esmero o un simple "gracias" con la mirada baja. El desarrollo de la relación es gradual, dando espacio a la amistad profunda como base.

Los personajes no se enamoran de una imagen superficial, sino de la esencia, la bondad y las flaquezas del otro. La vulnerabilidad es vista como una fortaleza, no como un defecto a ocultar. Confesar un miedo o un secreto se convierte en un acto de fe que sella la confianza.

Otro valor esencial es la lealtad absoluta, que se extiende más allá de la pareja para abarcar a su círculo de amigos o nakama. El amor romántico nunca aísla; por el contrario, integra al ser amado en una red de apoyo más amplia. La pareja se convierte en parte de un equipo que enfrenta la vida, lo que dota a la relación de un sentido de comunidad y pertenencia.

Y como gran final, el elemento de lo trascendental envuelve a este tipo de amor en el animé. Frecuentemente se sugiere que su conexión está predestinada, a veces a través de lazos de vidas pasadas o promesas de infancia. Una noción de destino que le otorga una belleza melancólica y una seriedad que lo eleva por encima del simple coqueteo, convirtiéndolo en una fuerza de cambio, una promesa de felicidad eterna y una hermosa prueba de que la pureza emocional, combinada con una voluntad férrea, puede conquistar cualquier adversidad.

Es pues, en esencia, el amor en el animé, un halo romántico que nos recuerda que los grandes sentimientos requieren grandes sacrificios y una fe inquebrantable en el futuro.

Argenis Serrano 

martes

Las Revistas de un Hombre

las revistas de un hombre

Hay algo que no todas las mujeres entienden y que, cuando llegan a entender se transforman en las mujeres más codiciadas, queridas y se les cataloga como las mujeres ideales: Cuando comprenden que las revistas de un hombre son un tesoro y que el propósito de coleccionarlas es un hecho sentimental.

Hay una historia detrás de cada revista, sea de DC Comics, Marvel, de una editorial independiente o incluso una revista de Condorito, Mortadelo y Filemón o la colección de Mafalda. Lo que hay detrás de ella es inexplicable y a su vez, resulta un todo para el alma del hombre.

Asistir a una tienda de cómics en Colombia, México, España, Argentina, Brasil, Portugal, Estados Unidos, en fin, donde quiera. O que ella asista a nosotros a través de la Internet, es un instante de catarsis en el cual olvidamos los pesares, las rutinas, los abusos, los lamentos, el tedio y demás sinsabores.

En las revistas de un hombre está la fantasía que engrana perfectamente con nuestra forma de pensar y de sentir; las posibilidades que se veían tan lejanas y que ahora se están acercando de una u otra forma gracias a la ciencia y tecnología, desarrollada por hombres y mujeres que de seguro en su momento, imaginaron mundos y posibilidades superiores y aprendieron que, ante una necesidad, lo que debe existir es una solución integradora.

Esos también leyeron revistas de ciencia – ficción, aventuras, drama, comedia, historia, misterio, terror y se quedaron enganchados para de alguna manera hallar la resolución de problemas o saber cómo escapar de “la caja cuadrada del pensamiento” y ser similares a los héroes allí impresos, pero en la vida real.

Tengamos en cuenta que la vida real también viene reflejada en cada cuadro bien dibujado, tal cual fue o como pudo ser o como debió ser, y es una triada de formas que as revistas de un hombre exponen para solventar los conflictos abriendo un abanico de soluciones.

Sabemos bien que no podemos volar, ni tener un cinturón de herramientas, estirarnos de forma infinita o manipular a la materia; y eso es lo que más nos gusta, porque lo que no podemos hacer o ser en la vida real, lo podemos lograr en ese espacio inexpugnable y que debemos cuidar poderosamente como lo es nuestra mente.

En las revistas de un hombre está esa cercanía que página tras página o, ahora, documento virtual tras documento, queremos percibir de los personajes que vemos en el cine o la televisión. Que nos acompañan en nuestras tribulaciones y alegrías, que se mostraron sin traba del espacio – tiempo, cuando algo bueno o malo sucedía en nuestro entorno y necesitábamos de un personaje amigo que dijera o hiciere algo que nos recordara que la esperanza existe y que la recuperación y la paz, es posible.

Por eso, cuando una mujer desestima las revistas de un hombre, este siente que está quemando las páginas de su vida y que no entiende que ese vínculo de alegría es también reflejo del vínculo de amor, estoicismo, heroísmo y hasta romanticismo que le quiere demostrar, ya que es parte de su esencia y de lo que él quisiera que ella viviera en sana paz, oídos y acciones, a su lado.

Cada vez que una mujer entiende que las revistas de un hombre, sus figuras de acción, videojuegos o disfraces son para él como para ella lo son sus barbies, accesorios o recuerdos preciados, el amor entiende que más allá de lo material, existe la alianza del amor por los significados, alegrías y enlaces que hay entre las cosas y la historia personal de cada quien.

Argenis Serrano 

viernes

El Maestro del Minicargador

Ricardo sintió que el frío del metal se le metía hasta los huesos mientras recogía sus últimas pertenencias de la oficina. Después de quince años manejando excavadoras y buldóceres para la constructora más grande de la región un recorte de personal por culpa de la situación del país lo había dejado en la calle. Tenía cuarenta y cinco años, dos hijos en la escuela y una casa que terminar de pagar. La noticia de su despido fue un golpe desconcertante, una humillación que se llevó a casa donde su esposa, Elena, intentó consolarlo sin tener mucho éxito.

Una semana después, sentado en un silencio sombrío, recibió una llamada de su amigo Leo, que sí bien no era operador, venía de una familia de vendedores de comida bien administrada que le tenían en una posición holgada, por lo que agarraba el dinero tanto para sus gustos como para invertir en aquellas cosas que veía como oportunidades, mientras él no tuviese que trabajar, solo ganar como financista de proyectos.

“Escucha, Rica,” dijo Leo sin rodeos. “Acaban de declarar zona de desastre en el sur por las lluvias, y hay un deslave, escombros, palos, piedras, etc., y allí está parte de mí familia atrapada. Vamos a meterle mano a ese asunto para al menos abrir paso en la ruta a la finca. Yo me encargo de la herramienta y tú pones la mano de obra.”

Leo consultó a Ricardo sobre qué se podía usar para limpiar la zona y él le dijo que un minicargador que bien podía alquilar; pasaron unas horas y Leo se le apareció a Ricardo con una sonrisa y la llave de una máquina reluciente: un minicargador compacto y robusto. “Lo conseguí en una venta de maquinaria pesada en Cuauhtemoc Chihuahua,” explicó Leo, palmeando la pala y viendo la cara de Ricardo como diciendo, ¿Compraste en vez de alquilar?, ¿Por qué?

el maestro del minicargador

Siguió Leo parloteando: “Es rápido, maniobrable y justo lo que necesitamos para limpieza urbana”. Sin el acongojado Ricardo saberlo, en ese instante habían formado una sociedad no oficial: Leo proporcionaba el capital y Ricardo, el talento.

La zona de desastre era un caos de lodo, ramas rotas y estructuras colapsadas. Las grandes excavadoras del gobierno y militares tardaban horas en llegar a los callejones estrechos y las propiedades afectadas, pero el minicargador era una fuerza de precisión. Ricardo, con su experiencia de toda una vida, limpiaba… y rescataba. Quitaba el barro sin dañar los cimientos, movía árboles caídos con la delicadeza de un cirujano y despejaba caminos vecinales y rurales con una eficiencia pasmosa.

Un joven voluntario, asombrado por la habilidad con la que Ricardo usaba la máquina para sortear obstáculos y levantar pesas imposibles para su tamaño, comenzó a grabar clips de su trabajo. Lo apodó "El Maestro del Minicargador" y lo subió a TikTok y Facebook. Los videos se volvieron virales de la noche a la mañana. La gente admiraba no solo la potencia de la pequeña máquina, sino la dedicación inquebrantable de Ricardo, su cara sucia y su esfuerzo palpable.

Pronto, los teléfonos de Leo y Ricardo no pararon de sonar. Ya no eran nada más las autoridades de la zona de desastre; eran contratistas, dueños de ranchos y promotores de vivienda que necesitaban a "El Maestro del Minicargador". Ricardo se sintió vivo de nuevo. Comenzó a cobrar bien y lo justo de manera constante y, por primera vez, esa plata tenía un propósito dominado por él. Pudo saldar las deudas más urgentes y ver a Elena sonreír con genuino alivio. Lo más importante era que podía velar por su familia con la dignidad de un hombre que se había levantado por sí mismo.

Al cabo de seis meses, la sociedad informal se formalizó. Constituyeron "Fuerza y Precisión: Servicios de Maquinaria Ligera". Con las ganancias, compraron otro minicargador y un par de pequeños camiones de volteo. Leo siguió encargándose de la administración de sus lugares de comida y ahora, de servicios de construcción y apoyo logístico y Ricardo de la operación y el entrenamiento del nuevo personal.

De un despido humillante en una gran empresa, Ricardo se convirtió en el cofundador de un negocio próspero, demostrando que la verdadera fortaleza de un operador no reside en el tamaño de su máquina, sino en la visión de sus manos y la lealtad de sus amigos.

Cuando los amigos son amigos de verdad, saben de inversiones, liderazgo y delegar basados en la confianza, los negocios más novedosos, útiles y prósperos, surgen. Así que, siempre elige y cuida de tus amistades, todos se necesitan para crecer y hacer crecer a otros.

Argenis Serrano 

domingo

Tengo Demasiada Nostalgia

tengo demasiada nostalgia

De los lugares que visité y me permitieron aprender y reír.

Esos aromas y colores que incluso sin saberlo, estimularon mis sentidos y se me transformaron en motivos.

Los sonidos del entorno.

La dinámica de la mañana, de la tarde, de las noches o madrugadas.

De eso tengo demasiada nostalgia y quisiera se repitiera.

 

Tanta gente que quise y ya no está en físico o en la misma tierra.

De quien me ayudó o me dijo una apalabra amable, incluso siendo ambos dos desconocidos.

Y ni hablar de esas miradas en las que me perdía y de las cuales solamente salía para embelesarme en el movimiento de sus labios.

Comprensible del porqué tengo demasiada nostalgia.

 

Esos momentos en que no era abundancia lo que había, pero eran menos las carencias.

Cuando las preocupaciones no eran tan cercanas y frecuentes.

De la tranquilidad que producía el que nadie azorara a nadie por razones compradas a la opinión pública.

Sí, de eso tengo demasiada nostalgia.

 

La emoción de una tarima, del canto, del beneplácito y de estar con quienes me entendían.

Me consumen los anhelos de aquellos reíres, cantares, explicaciones, anécdotas y sentimientos que eran como una segunda Navidad.

Quisiera volver a ser visto por quien soy y que puedo ser y no por el cómo soy o qué tengo o me falta.

Tengo demasiada nostalgia de ese cariño que yo también procuré dar a raudales.

 

Compartir con la gente buena con la que el destino me bendijo para construir mi historia.

Y la lucha que he tenido que hacer al llegar este futuro que es un presente lleno de reminiscencias de un buen pasado.

Enfrascado en no amargarme y ser quien fui, soy y puedo ser, para poder alegrarme y alegrar a quienes están y lleguen.

Pero igualmente tengo demasiada nostalgia de todo lo bonito, sencillo y humanista que había y que ahora no sólo para mí, sino para todos, se extinguió por culpa del yoísmo e indiferencia de algunos.

 

No se puede vivir en el pasado, pero sí honrar de que hubo tantas cosas buenas que se van desdibujando.

La muleta del ánimo es la propia personalidad y de que no todo ahora es malo, feo o perdido.

Sí hay buenos motivos para ser feliz y de seguro, tú eres uno de los míos.

Tengo demasiada nostalgia, pero con ella puedo escribir, vivir y dar testimonio de que humildemente, bien he vivido.

Argenis Serrano 

viernes

Quisiera invitarte a salir, pero le temo a un No como respuesta

quisiera invitarte a salir


Saldríamos de noche, cuando el sol se haya desvanecido y la ciudad se ilumine con un millón de pequeñas estrellas artificiales.

Pensaría en un café, no uno cualquiera, sino uno con mesas de madera desgastada y un aroma a canela que lo impregna todo.

O tal vez un parque, de esos que esconden bancos solitarios entre la sombra de los árboles, perfectos para una conversación en voz baja.

Cada vez que te veo, mi mente traza un mapa de posibilidades algo infantiles e inocentes, pero todas bonitas, y de momentos que podríamos compartir.

Me imagino caminando a tu lado, la brisa de la noche moviendo tu cabello, y yo, buscando las palabras adecuadas para decirte lo mucho que aprecio tu compañía.

Visualizo tus risas, tus gestos, la forma en que tus ojos brillan cuando hablas de algo que te apasiona.

Pero entonces, el miedo se apodera de mí. Un miedo invisible y paralizante que no tiene nombre, pero que se siente como un peso en el pecho.

Me pregunto si estoy a la altura, si mi propuesta es lo suficientemente buena, si mis palabras no sonarán torpes y sin sentido.

Y en un instante, todo lo que he imaginado se desvanece en el aire, como un sueño que se olvida al despertar.

El "no" es un fantasma que me persigue. No es un simple rechazo, es una pared que me impide avanzar, un final abrupto a una historia que ni siquiera ha comenzado.

Es el miedo a la decepción, a la vergüenza, a la idea de que quizás no estamos destinados a caminar juntos por ese parque o a compartir una taza de café en ese rincón con encanto.

Y así, me quedo en silencio, observando desde la distancia, con el corazón lleno de palabras no dichas y la esperanza de que, algún día, el valor venza al miedo.

Argenis Serrano 

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