lunes

Las Cariñosas, ¿Se cuidan?

Existe un gran misterio que unos pocos llegan a conocer y es el saber sí las cariñosas, se cuidan,

Y no me refiero a cuidarse de aquellos clientes que resultan ser hostiles o se ponen muy imaginativos sacando lo peor de sí o incluso de los policías que buscan algo a cambio de dejarlas trabajar o de aquellos vividores que se creen dueños de sus almas y cuerpos.

Hablamos de cuidarse su salud, realizándose sus exámenes de sangre rutinarios y especiales (hematología, despistaje de VIH o V.D.R.L, pruebas de dengue, una revisión ginecológica para determinar ETS como el V.P.H. y la citología, entre otros).

Muchos son las historias de que ellas usan yuyos y linimentos para evitar que los excedentes seminales les embaracen -siendo esa su mayor preocupación- y que sólo asisten ante las autoridades sanitarias cuando la ley les obliga, los visitadores médicos o en jornadas de atención las conminan o cuando “comienzan a ver algo raro”.

las cariñosas
 

Las cariñosas dicen que sí se cuidan

No sólo las cariñosas aseguran que se cuidan -algo que le han dicho a su círculo más intimo-, recordemos que su trabajo en la segunda profesión más antigua del mundo es algo que se lo ocultan a sus familiares paternos, amistades e incluso, parejas.

Hay gineco – obstetras que aseguran (respetando la confidencialidad médico – paciente), que las cariñosas se cuidan incluso el doble de lo que se cuida una mujer sexualmente activa. Diversos laboratorios en merida corroboran estadísticamente ello basado en las solicitudes que también remiten a las autoridades sanitarias para que éstas emitan los certificados apropiados para quienes ejercen el amor libre (en Venezuela, el famoso “papel rosado”).

Ellas también aseguran a sus más íntimos y a los dueños de los locales (casas de burlesque, moteles, bares u hoteles), que se realizan la debida atención sanitaria, ya que deben mostrarla ante éstos para poder laborar; incluso ellos se las costean para tener mayor seguridad y porque saben que son una entrada de dinero adicional indirecta, pero frecuente.

 

La otra razón por la que se cuidan

Más que una razón o motivo adicional a los ya citados y a la lógica misma, el motivo por el cual se cuidan más es para las cariñosas el principal: sus hijos.

Sí, una alta tasa de trabajadoras sexuales lo hace para conseguir dinero rápido y tener tiempo libre – de calidad, con sus hijos, mismos que mantienen como la madres que son y a lo que se suma el pago a la persona que se los cuida mientras van a atender a sus clientes.

 

Las cariñosas se cuidan en ambos extremos del ser

Esta profesión tiene, entre sus variadas situaciones a cuestionar y a sopesar, un cuidado adicional que está aunado a la salud física, como lo es la salud mental y sentimental.

La mente para poder dominar las sensaciones que los diversos clientes dejan en ellas (en cuerpo y expresión), para así mantenerse lo más estoicas posibles.

Y los sentimientos, porque tanto sexo puede crearles una rutina mecánica que les hace perder el apasionamiento y dificulta poder volver a sentir amor por alguien más, alejándose de ese mundo que para algunas es pasajero, pero de no saber equilibrarlo, dura de por vida creando cicatrices.

Las cariñosas son seres humanos que, incluso en el predio de esa transacción, deben ser respetadas como las mujeres que son. Ellas se deben cuidar de las enfermedades del cuerpo y del alma y, los hombres, deben cuidarles de que no se siembre en ellas la desconfianza a la humanidad y a lo bueno que puede llegar durante o luego de esa etapa laboral como damas de compañía, independiente, en grupo o en equipo.

Argenis Serrano 

Eres Atemporal...

atemporal

Tú no te limitas a un tiempo específico, tu corazón es eterno. Con un potencial que le hace perenne, viviendo en ti y en mí.

En este tiempo tan gris, eres color y brillo; destilas clase, cultura y prestas tu oído y palabra para construir o reconstruir.

Imperecedero se siente el tiempo cuando estás cerca y, en tu lejanía, el pensarte hace que las horas pasen entre plácidas caminatas por los recovecos de la mente que son llovidos por agua fresca del alma.

Que una humana sea inmortal sólo es posible si brinda un legado que, silente o bullicioso, resuene por siempre en los demás. Regocíjate, porque ya tú sembraste muchos.

Que lo atemporal de tu presencia terrenal sea duradero, ya que tardé en conocerte y, pido al gran creador del universo que me permita recuperar el tiempo perdido sin haberte conocido y duplique cada segundo que nos resta.

Eres intemporal al estar fuera del tiempo y porque lo trasciendes, haciendo que cada instante valga para ti y para otros. Incluso cuando te das reposo, todo tu trabajo sigue andando cuán reloj.

Prometo que mi admiración por ti será por siempre un valor sempiterno, porque habiendo tenido el mejor de los principios, ¿Cómo he de pensar o querer que tenga fin?

Tan permanente como la huella de nuestras acciones, que perdura más que la de nuestro pisar en el camino, es y será tu sonrisa acompañada con acciones, carisma y muchas buenas emociones.

Eres atemporal como un sonido clásico que nos saca de las cuitas y nos devuelve a esos instantes que merecen el regreso, siendo el punto de restauración que nos hace realizar mejor las cosas, esta vez.

Legado universal que habita en un espacio tan hermoso como es tu ser el que nos dejas, incluso cuando callas y en el silencio te encierras. Llegaste para ser y estar, vencer y destellar.

Mantenerme inalterable en tu presencia es difícil, porque deliro, suspiro, sueño y me siento tan vivo. Igual cuando no estás y te pienso, por todos los escenarios felices que entre ambos, escribo. 

Tu presencia atemporal ya es indeleble y se hizo parte de mis células. Somos pues, del color de nuestros pensamientos y de la regeneración de nuestras ambiciones.

Pase lo que pase, te mantienes vigente, por ese don de gente que hace que te transformes una y otra vez en una mejor versión de ti, dejando atrás los pesares y manteniendo los fulgores.

Ser constante y vertical, te mantienen atemporal, como nacida en las más hermosas y filosóficas épocas de la historia universal, llegando a este momento para ser motivo e inspiración de mis mejores pensamientos.

Fijo quedó el recuerdo de cada instante que compartimos, no tanto para vivir en él a manera de escapar de la realidad; sino como testimonio de que hay muchos momentos felices que el destino me ha brindado y que puedo de una u otra forma, recuperar.

Se mantiene mi cariño inmutable hacia ti, porque como ya he dijo, llegaste para quedarte en mis mejores acciones, cuando me siento solo en mis andares, cuando quiero colocarle rostro a la belleza del mundo.

Tradicional, locuaz, delicada, sublime y correcta. ¿Así quién no se subyuga, teniendo buen gusto y mejor criterio de lo que es valioso y fundamental es una mujer?

Trasciende pues en el tiempo, mientras en este plano terráqueo te encuentres, dejando a todos los buenos conmovidos y derrotados a los malos.

Es netamente atemporal y perpetuo en quien sabe que el mundo es mejor para quien lo ve como ve a las flores, a los libros y a la música, que a quien lo ve cargado desde la desesperación o la beligerancia.

Tu presencia y esencia atemporal es pues un ropaje del alma, tan atávico y relacionado con lo ancestral, que perdura desde hace mucho tiempo.

Porque ya desde antes de nacer, eras igual que en este instante cronológico de tu existencia: la mujer ideal por verdadera.

Argenis Serrano 

sábado

Sin Firma (Anónimo)

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El mal utiliza el anonimato y siempre es descubierto. Pero quien expresa verdades sin agredir, su anonimato siempre es protegido.

Porque en él hay misterio, libertad y búsqueda de concordancias que le permiten tocar el cenit de la nobleza y llegar a lo más recóndito del alma.

A veces una firma garantiza que un autor pasará a la posteridad. Y cuando hay un anónimo, se sabe que su legado fue para la posteridad sin importarle el origen.

Sólo pide que el mensaje no muera, que viva en los corazones, las acciones, la construcción de nuevos conocimientos.

“Anónimo”, está en muchas canciones, nacidas de los cantos espontáneos de gente noble cumpliendo sus tareas o de marchantes que acompañaban con melodías, frases o silbidos, los trayectos, haciéndolos más livianos y menos solitarios.

Alguien los escuchó y los replicó. Y al no saber quién tenía la autoría, continuó el legado dejando la pieza en el anonimato de firma, pero sabiendo que surgió de un alma espontanea, pródiga, a la que había que inmortalizarle el legado sin robarle el crédito.

¡¿Cuántos poemas no son firmados, más que un “anónimo” entre corchetes?!, siendo lindos, útiles, hereditarios y que acompañan las imágenes que nos envían actualmente en las redes sociales.

Agradecerles a quienes no tuvieron mayor interés de dejar pensamientos útiles, siempre será un acto noble que se logre con sonrisas, suspiros, retransmisiones y aprendizaje.

Obras de arte de cualquier índole no tienen firma o sus signatarios colocan un rótulo que es de por sí, más arte, su huella, pero no el foco de atención, sino el de hacer entender que el arte puede ser de todos, sí se deciden a entenderla y adoptarla.

Las mejores cartas de amor y los poemas en los balcones, son firmados en ocasiones con un “tu admirador” o “por siempre, tuya”, manteniendo lo ignoto hasta que llegue el momento propicio de revelar su identidad, si acaso ese momento llegare.

Suspiros, incertidumbre, preguntas, sorpresa, emociones, exaltaciones, lo excitante se hace presente cuando una carta de amor arrebatada confiesa la realidad de su ser, pero la letra no es identificable, ni el estilo, y la falta de una firma hace que el espíritu investigativo aflore, buscando entre los posibles escribientes, casi siempre para errar al ser el más insospechado enamorado o enamorada, quien dijo en letras lo que su alma le dictó.

Anónimo es también quien da un pan a un necesitado, ayuda con un aporte a un desconocido o al menos no ensucia la ciudad y pasa impoluto entre las tentaciones de las malas obras y la auto conveniencia. Aunque no rotule, ha firmado y sellado un pacto precioso con los valores humanos que le premiarán tanto en la tierra como en el cielo.

Sin firma, una persona anónima dice muchas cosas buenas, haciéndole más valioso el contenido de sus palabras, letras o acciones.

Así como un fosforo en buenas manos puede prender una parrilla y alimentar a los seres queridos, en malas manos puede encender un bosque. Por igual el anonimato requerirá que tras de él esté un rostro desconocido en su forma física, pero comprendido en su forma humana que expresa en emociones y mejores acciones por los demás.

A estas alturas, no sé sí firmar este artículo que quizá no sea un legado portentoso, pero es el reconocimiento de que el anonimato es poético cuando las intenciones y los fines, trascienden al ser humano.

Y sí alguien quiere saber mí nombre, soy Argenis Serrano para escribir, pero prefiero ser anónimo cuando me toca hacer el bien, sin mirar a quien. Con que yo lo sepa, es más que suficiente.

 

(Dedicado a quien comenta mis post, pero no sé su nombre) 

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