viernes

Él No Sabe (de @SaritaMuffin)

Respiro hondo. Suspiro: Caigo en cuenta de la sublimidad del oxígeno; de cada bocanada que atraviesa mis órganos, y de cómo metódica y majestuosamente llega al corazón (ese que late con pasión, malherido, deteriorado y roto gracias a ti) convertido en aliento. Él no sabe, que mientras palpita con intensidad, afuera llueve. Él no sabe que mientas crea y concibe pasión en mi interior, yo lucho por hacerme creer que la vida no es un cuento de hadas, que las sábanas blancas da lo mismo si yacen en tu cama o si se posan sobre un cadáver. 

Muchas veces me he preguntado porqué ha de ser tan complejo entender un sentimiento. ¿Qué tan enrevesada puede ser la mente en alianza con el corazón? Es hasta cierto punto macabro. Extrañarte, no tenerte, y recordarte mientras la mismísima luna se estremece y se sofoca, se alboroza y trata de apartar el atisbo. ¿Cuántas veces habré sido yo contigo, o sin ti, la persona que es saltada olímpicamente por alto para ir a recoger a su amada en los rincones del recuerdo? ¿Cuántos besos habráse dedicado a mi, que estaban destinados a desempolvar un viejo amor? ¿Cuánta lujuria escondida en un recodo de su cuarto habrá la gente compartido pensando en alguien más? 

Y es que lo importante no está a la vista, no resplandece al alba, no brilla bajo las estrellas. Lo verdaderamente importante recae en la mágica esencia de la vida misma, debajo de la carne y los huesos, entre mis costillas, ese vacío que suelo sentir cuando no estás, como una galaxia amplia y explorada, pero inevitablemente inhóspita. Allí reposa el significativo poder de los sentimientos, esos que en un vaivén de desdén y delirio se hospedan en mi mente y no se alejan ni en sueños. No importa a dónde vaya, con quién ni a qué, en mi pequeño mundo de desatinos y quimeras, como la pasión misma, siempre estarás tú. 

Autora: Lcda. Sarita Espinoza

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