¿Sabían que hay parejas temerosas de regalarle
un teléfono Android a su novia o
novio, por el temor a perderles luego y vivir la sensación de que les quitaron
dicho dispositivo?
A esas personas inseguras y materialistas les
digo: ustedes son también parte de esa debacle del amor y la vida les hace
pagar con lo que parece dolerles más: El
dinero y el no poder influenciar a nadie a su antojo.
Si bien hay que tener un predio de tiempo, de
conocerse, convivir y afianzarse para realizarse regalos, una vez comenzado ese
compartir mutuo, nada debería de causarles inseguridad, incertidumbre y
aversión a ser detallistas.
Les recuerdo, que regalar un teléfono Android
es una inversión monetaria solamente. La inversión real en una relación de
pareja, no se mide en cosas ni dinero, sino en acciones, compañía, pundonor y
originalidad para mantener activos y con la llama de la pasión siempre viva.
Usar el teléfono Android racionalmente
En un artículo de mi blog Catolistech, donde realizaba recomendaciones sobre Oraciones Diarias en tu Teléfono Android,
enseñaba a buscar las aplicaciones adecuadas para elevar el ímpetu por la espiritualidad,
el perdón, la petición, la demostración de respeto y amor a Dios.
Porque todos requerimos de una guía de inspiración
total para hilvanar las mejores expresiones.
Y gracias a descargar la Google Play Store en el teléfono Android, millares de
usuarios reciben diariamente mensajes novedosos, sentidos y que despiertan
pensamientos y emociones para profesar el amor a Dios y a todas sus creaciones,
que incluyen incluso la evolución tecnológica, comunicacional y fraterna en el
mundo, más allá de las fronteras.
Esto también aplica para los mensajes de amor y amistad que son
millares en la Internet, pero más condensados, mejor presentados y hasta
intuitivos para cada ocasión que nos atañe, gracias a diversas apps para Android.
Cuando se regala un Teléfono Android, se crea
un vínculo y una oportunidad de aumentar la comunicación entre las partes.
Eso sí, jamás agobiando, monitoreando o
rastreando a la contraparte. Ambos son pareja, pero son vidas individuales y únicas
que en sus diversos espacios de soledad, se respetan y a su vez, se desplazan
con libertad para luego, expresarle sus acciones, emociones, sentimientos,
cuitas o proyectos a la persona que compartirá los triunfos o ayudará en sus
sinsabores: su pareja.
Un teléfono Android no puede ser una atadura
sentimental o actitudinal. Ni chantaje ni manipulación de cualquier índole. Es
un obsequio de amor para que se desenvuelva a su gusto y pueda ver ese montón
incalculable de cosas que la Internet ofrece, además de poder realizar llamadas y mensajes SMS, dos valores
que jamás deben ser desplazados, rechazados u olvidados en todo teléfono
Android.
Amor es…
Respeto, comprensión, apoyo, espacio,
comunicación, empatía, ánimo, entendimiento, sorpresa, construcción y reconstrucción,
picardía, originalidad, pesares o abatimientos a resolver, espacio,
descubrimiento.
Desde cualquier lugar se puede decir y hacer
sentir, en especial en este mundo globalizado y lleno de tecnología que permite
que en tiempo real y con aplicaciones
gratuitas, puedan romperse las barreras comunicacionales y hallar espacios
para demostrar el amor puro que se siente, sin que la distancia importe.
Un teléfono Android es más empático gracias a
las diversas aplicaciones personalizadas, legales y prácticas que hay en la Google Play Store, incluso permitiendo
que sólo existan enlaces entre hombre y mujer que son pareja (también aplica
para la comunidad LGBTI+).
Así, lo que se escribe, se graba en audio o
video y aquellas “fotos picantes”, que se envían, quedan encriptadas y seguras
entre dos personas con el mismo sistema
operativo y aplicación instalada.
El amor se ve en los dispositivos, pero viene
de la propia fuente del corazón, mente y espíritu. El medio es el ayudante para
que el mensaje se vea y es el alma el que realmente lo recibe, siente,
interpreta y contesta.
No, no es cursi ni equivocado el esforzarse para regalar un teléfono Android
Romantizar o revalorizar los regalos puede ser
algo peligroso, ciertamente. Pero ello resulta cuando una de las partes lo
banaliza o lo hace primordial; lo material se recupera, pero el amor, la
confianza y el respeto, difícilmente.
De allí que el acto de regalar un teléfono Android
y observar de manera tácita e inusual todo lo que se puede lograr con él para
la relación de pareja, dicho con
amor y alma de poeta, no es cursilería, sino ese no sé qué, que el amor le permite a quienes se han encontrado en
esta vida para tenerse.
Y en muchas ocasiones, dicho dispositivo celular
será observado como lo que es: El fruto del trabajo fecundo y creador, el
ahorro, la distribución de las ganancias que se tiene y que se regala para que
la otra parte sonría con un objeto, pero que por dentro esté mayoritariamente
feliz, porque recibió un regalo ideal, de la persona ideal.
Los regalos son una parte de aquello que
expresamos, una muestra material; pero el contenido real de lo que se hizo o se
pensó o sintió para adquirirlo, envolverlo y crear las condiciones para
obsequiarlo, es lo que verdaderamente le crean su carácter de invaluables, así
hayan costado X cantidad de dinero.
Cuando se da un regalo como un teléfono
Android, es que el amor tiene verdaderos puntos para crear asideros a futuro.
Sólo queda trabajar en los dos para atarlos y entretejer perfectamente sus
vidas.
Regala con conciencia y corazón, verás que el
regalo será igual de bueno para ti, aunque seas tú quien lo está dando.
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