El centro de mi inspiración, en eso te convertiste, gracias a ti volvieron a mi alma las ganas y la fuerza que me habían abandonado, sin tan siquiera haberlo notado, estaba inconscientemente entregado a mis prioridades, dejando a un lado a mi corazón, el mismo que pide a gritos que le presten atención y lo llenen de amor.
Lograste esa magia de querer siempre verte, adoré la hora de nuestros encuentros, te extrañaba al no saber de ti por medio alguno.
Es que para ser sincero, cuando no estás mis ojos no son felices al desvelarse por ti.
Por ello desde aquí te digo, ¡Gracias por querer encontrarte conmigo a través del silencio y la discreción!,
Gracias porque algún día fijaste tus ojos en los míos respondiendo preguntas que no eran de a diario, sólo eran gratas conversaciones, preguntas que en nuestros seres existen porque tu y yo existimos, sólo por eso.
Gracias por no aborrecer como siempre para mí ha sido, los llamados de mi corazón ya que sólo ocurre cuando los corazones están en armonía y bien centrados, aunque no estén destinados.
Es maravillosa esta sensación, créeme que lo es, yo la siento como algo bonito que creció, más no debía ser porque así estaba escrito por el destino, y enfrentar a Dios me da soberana cobardía.
Lo único que deseo es poder saber pronto que esa emoción y esos llamados, serán o no realidad en mi destino, que los sentiré en igual o mayor intensidad que los sentí hasta que me encontré con el piso de la realidad y el muro de “Amor No Disponible Aún Para Usted”
Cada quien tiene del derecho de aspirar con el día en el que nuestros sueños empiecen a hacerse realidad.... con lo que se logra despierto, claro está.
Gracias, por no hacerme sentir mal, es la primera vez y eso para mí vale más que el oro.
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