No te puedo honrar si lloro o demuestro mi rabia y frustración porque el destino te llevó siendo un ser ideal, mi amor, una pieza clave de lo que llamamos familia.
No te puedo honrar si amargo mi rostro cuando te nombro, porque no es así como me conociste ni es así como me quieres.
No te puedo honrar si no me ocupo de entender a la muerte como el extremo inevitable, el que nadie llama ni quiere en su mayoría. El que tú no buscaste aunque ella si a ti. No le puedo dar gusto a la muerte de matar mi sonrisa, porque ella te rememora.
No te puedo honrar si a nuestro fruto del amor, le picoteo y dejo caer porque me desarmé.
No te puedo honrar si a manera de negación, no hablo ni pienso en los momentos vividos, que sí, son del ayer, pero son nuestros, esos que ambos desde donde estamos, seguimos atesorando. Dejármelos arrebatar sería como olvidarte, y eso JAMÁS.
No te puedo honrar con desdén, menosprecio y haciendo de mi vida un claustro. Nos toca seguir, volver a empezar en el amor, así como hicimos en nuestras demás facetas de la vida. Es ley de vida y " las penas con pan son menos".
No te puedo honrar si en algún ítem minimizo mi vida.
Pero si te honro evocándote, sabiendo que tú fuiste mi gran amor y que aunque venga otro amor, ese será otro capítulo diferente, sin copias ni continuismo.
Porque tú eres una marca de vida que nadie borrará ya que así lo decidí, eso es ser y hacer más fuerte a la eternidad, en el cielo donde estás, en la Tierra donde sigo.
Te amaré por siempre, pase lo que pase, ni porque la muerte nos separe o el destino me permita una nueva oportunidad en vida. Difícil de explicar, pero sé que me entiendes, porque nuestra compatibilidad era lo espiritual y lo humano.
Una última cosa...
¡Te amo!
No te puedo honrar si amargo mi rostro cuando te nombro, porque no es así como me conociste ni es así como me quieres.
No te puedo honrar si no me ocupo de entender a la muerte como el extremo inevitable, el que nadie llama ni quiere en su mayoría. El que tú no buscaste aunque ella si a ti. No le puedo dar gusto a la muerte de matar mi sonrisa, porque ella te rememora.
No te puedo honrar si a nuestro fruto del amor, le picoteo y dejo caer porque me desarmé.
No te puedo honrar si a manera de negación, no hablo ni pienso en los momentos vividos, que sí, son del ayer, pero son nuestros, esos que ambos desde donde estamos, seguimos atesorando. Dejármelos arrebatar sería como olvidarte, y eso JAMÁS.
No te puedo honrar con desdén, menosprecio y haciendo de mi vida un claustro. Nos toca seguir, volver a empezar en el amor, así como hicimos en nuestras demás facetas de la vida. Es ley de vida y " las penas con pan son menos".
No te puedo honrar si en algún ítem minimizo mi vida.
Pero si te honro evocándote, sabiendo que tú fuiste mi gran amor y que aunque venga otro amor, ese será otro capítulo diferente, sin copias ni continuismo.
Porque tú eres una marca de vida que nadie borrará ya que así lo decidí, eso es ser y hacer más fuerte a la eternidad, en el cielo donde estás, en la Tierra donde sigo.
Te amaré por siempre, pase lo que pase, ni porque la muerte nos separe o el destino me permita una nueva oportunidad en vida. Difícil de explicar, pero sé que me entiendes, porque nuestra compatibilidad era lo espiritual y lo humano.
Una última cosa...
¡Te amo!
El amor..el amor..
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