Adiós a las Amigas que Adiós no me Dijeron

Es difícil escribir sobre una amistad perdida, porque en el caso de que llegase a leer estas líneas, podría creer que estoy resentido, molestos, vengándome o muriendo y no es así.

Cuando conozco a una amiga, casi de inmediato le agradan mis consejos, mi caballerosidad (dispensen la falta de ética, es parte del asunto), que no voy con mala intención, entre otras cosas.

Y no sé cómo quedo en un lugar donde soy el amigo que jamás será amor por ser la persona que se teme perder. Y al pasar un tiempo, me pierden.

A primera impresión ustedes dirán ¡pues es por tu culpa!. No voy a negarlo, algo hay en mí y lo malo es que no lo identifico. Pero cuando todas se marchan sin despedirse, pero sin repudio ni molestia, mucho menos con un daño causado por mí, pues puedo tener la frente en alto: No hice mal.

Soy un amigo temporal, eso es un ciclo. A veces me siento como esos ángeles de las películas que van a ayudar a la gente cuando lo requieren y después se marchan.

Tengo mis tribulaciones y casi nadie que las oiga. Las transformo en versos, chistes, acciones y moralejas. Todo se transforma porque de mantenerse igual, termina destruyendo si no es útil.

A esas amigas que pude ayudar, mis bendiciones. Si en donde están, sonríen, pues mi trabajo está hecho. Sí no, pues acá estaré sin rencores ni molestias, ya que ustedes no me molestaron.

Nunca acepto reproches de lo que mal no he hecho ni lo que dejé hacer por el bien ajeno; así que si no voy tas esas personas es porque sería ilegal violar su privacidad y destino. Un amigo no interfiere.

Hay quienes por amor dejan de tratar a las amistades. Si bien no le escribo a casadas por respeto a su esposo, no es justo de ninguna de las partes, acabar con la amistad. El amor es crecimiento, no un barrido a la vida de antes, del ahora y del mañana.

Y a los amigos que he dignamente conocido, espero que estén bien y queriendo siendo queridos. A uno no le gusta ver en los demás, lo que padece.

Presento mis disculpas a ustedes por esta descarga. Cuando el cariño se ve afectado por un adiós de una amistad sin despedida, explicación, un claro porqué ni comunicación, te llegas a sentir un amigo que falló en serlo.

Dios les bendiga, cuiden al amor y la amistad, que es lo mismo que cuidar a Dios que merece también ver a sus hijos cuando están contentos.