Es amor, amor verdadero; religión y un credo a diario, aliento que
duerme en la distancia, nace en el corazón y se extiende en la inmensidad del
cielo... el mismo cielo para los dos.
Amor verdadero, sollozos que en la lejanía se convierten en la peor
de las agonías, un te amo que se vuelve eco y que te ayuda a levantarte de la
cama en los días que ni de abrir los ojos tienes ganas.
Amor verdadero, esperanza austera envuelta en locura, delirio, ilusión
eterna y pasión desmedida. Amor en la distancia; amor sincero, besos guardados
en el baúl, palabras dulces, conversaciones grabadas en la memoria, caricias al
aire que viajan a través del pensamiento.
Amor a distancia; amor verdadero búsqueda incansable quiera el
destino, forjar el camino que lleve dos vidas...y las mantenga unidas.
Amor a distancia, lo hay para algunos, no lo hay para otros. Unos
que un celular o computadora mantiene bajo su ayuda; otros que un vehículo
acerca. Otros que se derrumban porque no se quisieron hallar.
Pasión a distancia; un flirteo con lo prohibido, un juego de
seducción similar al amor, entre dos personas que por algún modo se conocieron
y buscan tenerse y hacerse el amor para regresar a sus ciudades después, con su
vida diaria marcada de un momento y hecho que les dejará su picante en la boca.
Hacerse el amor a distancia, sentirse sin estar, sólo con sus manos
y la voz vía celular; donde la mente, palabras y oídos son la guía del sentido tácito
del placer. Haciendo puntos para el encuentro antes descrito.
Entre dos, la distancia se hace menos, mientras más formas busquen
de surcarla…
No hay comentarios:
Publicar un comentario