Llegaste a mi vida bella orfebre,
como la lluvia llega cubriendo
los lagos,
llenaste de cariño mis momentos,
borrando de mi vida los estragos;
Adoro hundir mi nariz en tus rizos tan negros
y contemplar tus ojos bellos,
eres el objeto de mis sueños y deseos,
y en este breve tiempo he aprendido a
quererte tanto... tanto.
Cada vez que espero tu llegada,
le borro los números al reloj por tanto verlo,
los
minutos se amontonan y se mofan de mi desespero,
y busco entre
los buses en que llegan montones de personas cada tanto,
y yo no sé si guardar
toda la calma
o si tu ausencia hará que rompa en llanto,
pero todo en este
mundo se nivela
cuando veo que tú llegas a mi lado.
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