Hay hombres que dicen, "las mujeres no valen la pena", "no vale la pena luchar por el amor de una mujer.
Hay gais y lesbianas que dicen, "no valen la pena los heteros porque no sienten el amor como uno".
Entonces, ¿quién vale la pena en verdad?
Tengo unas ideas, se las comparto:
Vale la pena el que estudia y pone en práctica el estudio, lo aprendido y el aprendizaje en hacer una vida de bien, sin patanerías ni aires de grandeza.
Vale la pena la mujer preparada que más que tener un estándar de hombre, tiene el corazón abierto a la bondad y cerrado al daño que venga de otro y que le inste a hacerse daño a sí misma.
Vale la pena quien se esfuerza en un mundo donde todo se quiere poner difícil.
Vale la pena quien ve a los ojos y llega al alma.
Vale la pena quien ama, trabaja, no humilla, no se pasma, no tiene pobreza de espíritu, lenguaje y actitud, que son las pobrezas más perniciosas, las que truncan.
Vale la pena quien te haga vibrar en la cama y al doble fuera de ella, para luego volver a la cama.
Vale la pena quien te aguanta en tus días malos, cuando te ves mal, cuando algo te hiede, cuando la tristeza te agobia, cuando te descargas o cuando se te sale un pedo.
Vale la pena quien hace del lugar más humilde, un hogar.
Vale la pena quien cumple sus obligaciones para poder darse los gustos o excentricidades. gente que asegura el psio a su familia y al amor, en resumidas cuentas.
Vale la pena quien piensa en frío, actuando en caliente.
Vale la pena quien rompe un poco sus gustos, para dárselos al otro, de cuando en vez y de vez en cuando.
Vale la pena quien sabe de equidad.
Vale la pena quien no embaraza y huye.
Vale la pena quien no busca atar con hijos un amor que no sirve.
Vale la pena quien desde un principio, sin engaños, se ganó a tus amistades.
Vale la pena quien ve más allá del físico,
Vale la pena quienes han cumplido años de pareja y se siguen agarrando dse la mano, se besan y abraza en la calle y saben ventilar sus problemas en privado y resolverlos así, de tan buena manera que se nota en público.
Vale la pena quien cree en la fidelidad y la ejerce.
Vale la pena quien no cree en la perfección, sino en el potencial humano serio y viable.
Vale la pena quien se comunica.
Vale la pena quien te nalguea y sonríe y te hace sonreír. Vale la pena la picardía desde el alma.
Eso es lo que creo para hombres, mujeres, gais, lesbianas y demás.
Es parte de velar la pena. No sé si valgo y no he conseguido a quien darle ese valor y que me lo permita y sea recíproco, pero siempre pondré en duda que haya más gente mala que buena, si vemos más los logros buenos, destrozamos al mal.
Porque intentarlo y amar o al menos haberlo intentado, vale la pena.
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