Déjame cuidarte, te dije al unirnos, como llave al amor y mi
intención de quererte para siempre. Y como hombre la realidad es estar contigo en las buenas
y en las malas, hasta en las menos comunes, esas a las que la vida misma nos va
llevando, en nuestra humanidad.
Me comentaste que a tu pelvis no la sentías como
antes y como la salud de pareja es preponderante para el amor, la tranquilidad
y nuestro desarrollo, bien que nos pareció consultar. Como dos recién
enamorados, tomados de la mano estábamos en el consultorio de la ginecóloga. Te
sentí temerosa y reconozco que yo también lo estaba, pero por y para ti, soy
valiente, amor mío.
La doctora nos explicó que esas micciones…bueno,
ese hilillo de orina que decías no poder contener era normal de nuestra
cuarentona edad; aunque no tenemos la bendición de los hijos que también la
estimula en la pelvis, tenemos la bendición del amor. Pero contra la edad, la
prevención y acción es lo que aumentan la calidad de vida, llámese salud.
Nos recomendó ejercicios de Kegel para que la
“fortalecieras”, además de unos más frecuentes round de sexo (más es un abuso,
pero no me quejo jejeje) y que compráramos unas Bolas chinas con mando a distancia para aumentar
tu fuerza y un refuerzo idóneo para la salud sexual, ya que tú me permitías
tener el mando de las mismas. Gracias mi bella juguetona.
Ahora, el término nos pareció raro y eso nos
llevó a averiguar dónde comprarlas y cómo funcionaban. Esto, mi amor, resultó
una nueva experiencia y como tú me dijiste, “un aperitivo de salud, en la que
tú eres el plato fuerte cuando hacemos el amor, como antes, ahora y siempre”.
Una forma bella de decir “te amo”, que por toda la vida agradeceré.
Porque una relación decae cuando se aburre; por
ello somos una pareja que no decae, ya que buscamos cómo darle vida a los años,
con locuras, inventos, formalidad y responsabilidad. Éste amor se construye en
todo instante, y por mi vida que seguiré dándote motivos para que me quieras,
así como tu sola sonrisa y existir me hacen amarte más allá de lo que puedo
dominar.
Averiguamos por Internet dónde conseguir una Tienda de bolas chinas y no olvido tu cara de pícara y coqueta, así como tú no olvidarás la mía
de ¡¿ah?! al ver la variedad, formas de uso, precios, modelos y a su vez
adentrarnos más en la explicación médica del uso de las mismas.
Esto es más que un juguete, es salud, es control,
es quererse y a la vez consentirse, para cuando la vida te va diciendo que
debes intensificar los cuidados. Quizás esto es de esperar a que ocurra, pero
también es para antes. Porque la previsión es cuidarse en salud y el fortalecer
esta zona de “placer y salud…y sabor”, que tantas veces he disfrutado cuando
nos entregamos, sentimos y fusionamos en el acto del amor, es darle una fuerza
que la vida agradecerá más adelante.
Que seamos unos cuarentones, luego cincuentones y hasta
noventones sanos, es nuestro deber; tener las previsiones de cada caso y veo
que en éste, las Bolas Chinas, entre otros artículos, son una manera de seguir
disfrutándonos sanos y sanamente.
Como dije al principio, estoy para cuidarte, en la
salud y en la enfermedad, en el bien y en el mal. Y ésta variedad de forma de
salud, que tanto nos atrae, excita y nos obliga, es parte de ella. Gracias por
ser la mujer de mi vida, gracias por dejarme ser tu guardián, así como tú eres
mi cuidadora día tras día de amor.
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