Tu
alma, sin comprenderlo, ya sabía...
Con tu rubor me ilumino al hablarte,
la sorpresa que le entregas a mi vida
Con tu rubor me ilumino al hablarte,
la sorpresa que le entregas a mi vida
Imposible
conseguirla en otra parte.
Fue
silencio y temblor nuestra sorpresa,
más ya la plenitud de la promesa
nos infundía un jubilo tan blando,
más ya la plenitud de la promesa
nos infundía un jubilo tan blando,
Que
de pronto ya estábamos hablando,
Como
si de años nuestros seres, se conocieran.
Y tu alma entendí entre palabras,
Y tu alma entendí entre palabras,
Dichas,
escritas y silentes,
Esas
que no entiende toda gente,
Y
por eso quizá no les agradas.
Todo
ser merece sorpresas,
Allí
no hay discriminación,
Porque
el humilde tiene corazón,
Como
quien consiguió metal riqueza.
¡Ay
del niño que no sabe,
La
emoción de un regalo navideño,
Que
no sabe que es historia ese pequeño,
Cuando
el obsequio raudo abre!
Nadie
puede hacerse el tonto,
De
rehuirle a ese deber,
De
darle sorpresa a ese ser,
Que
corre el riesgo de estar roto,
Por
eso mejor actuar pronto,
La
fecha mas tardía es el ayer.
Tantas
sorpresas son posibles,
Quizá
sin el llamado materialismo,
Tan
sólo salirse de uno mismo,
Y
ser lógico que no limita ser libres.
Una
sorpresa un helado, una sorpresa es galleta,
Una
sorpresa chupeta, una sorpresa un pastel,
Una
sorpresa un papel, escrito a tu puño y letra,
Una
sorpresa se muestra, en un ademán de “que estés bien”.
En
vuestros ojos hay escondido,
Tantas
sorpresas divinas,
Sólo
el bendito camina,
Tu
Paraíso construido,
En
la labor cotidiana,
En
el cuidado a tu ser,
En
tu cariño tan fiel,
Donde
serafines reunidos,
Han
dicho, “está escrito tu destino,
Sorprendiendo
harás el bien”.
En
la paz rige código rige;
Y
es ser fecundo y vital,
El
“líbranos de todo mal”,
Uno
también se exige,
Cuidándose
que quienes no viven,
Porque
solo han de criticar,
Y
uno no vive a la par,
De
esos que no se corrigen,
Pero
uno también se reescribe,
Sin
perder personalidad,
Sorprendiendo
a quienes te siguen,
Cuando
una posición cambias,
Como
hace la gente sabia,
Que
sabe que todo es posible,
Que
saber todo es imposible,
Y
que el humano de verdad falla.
La
vida te da sorpresas,
Sorpresas
te da la vida,
Ya
sean causalidades,
Casualidades
o sumas tales,
Que
muestran ya cada cosa,
Palabras
o acciones tales,
Que
muestran a los mortales,
Tal
cual son en realidad,
Más
sorprende la forma hermosa,
De
tu alma por muchos querida,
Sorprendiendo
con alegría,
Palabras
y acciones reales,
Que
muestran a los que no saben,
Que
así sí vale la vida,
Sin
dañar con tonterías,
Al
entorno de mortales.
La
sorpresa justifica,
Hasta
una blanca mentira,
Que
luego se matará,
Cuando
muestres la verdad;
Sorprendido
de tal forma,
Está
el mortal que recibe,
Un
mensaje increíble,
Una
foto o chocolate,
Una
comida que sale,
De
tus manos laboriosas,
Una
palabra jocosa,
Un
consuelo bien sentido,
El
hombro de un amigo.
Cuando
la vida mal sorprende;
Sorpresa
cuando se aprende,
Del
error que has cometido,
Y
que no has reincido,
Para
poder solventar,
Una
herida o malestar,
Temporal
que ha caído,
¡Sorprende,
que es bien sabido,
Que
una alegría sin saber,
Sana
y mejora tu ser,
Con
la cura de saberse querido!
Lcdo. Argenis Serrano – Twitter:
@Humoristech
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