Los
que no se ven y son tan divinos y paganos que me hacen humano tan corriente
como común, tan diferente y notable, tan del ego como del honor.
MI
YO CABALLERO, que te ve ante una buena cena, una conversación resaltante, una
vista al horizonte.
MI
YO PRIMITIVO, el que nota tu figura y quiere probarla como si fuera mía, como si
fuera quien.
MI
YO FILOSÓFICO, que requiere el reto de tu moral y luces, de los recovecos de la
mente que pueden desentrañar o hilvanar casos y cosas que me fascinan y hacen
seguir.
MI
YO NIÑO, que sólo necesita jugar, comer, bromear y dormitar a tu lado.
MI
YO OBRERO, ese que quiere brindarte de mi esfuerzo y que con tu guía y quizá
compañía, hagamos cosas bien, regular o malas, pero juntos.
MI
YO REAL, ese que en las buenas y malas quiere, desea, necesita, valora, se
compromete a estar contigo y estimular a que seas quien eres sin perder mi
esencia en una esclavitud indecente.
MI
YO ESPIRITUAL, el que sabe que sólo de buenas acciones se construye la vida,
del entendimiento mutuo, de saber que los problemas llegan y uno es el que los
patea o los deja. Ese es el que quiere estar a tu lado, pateando problemas,
teniendo claro, que tú también los patearás lejos de ambos.
Argenis Serrano - @Romantistech
Argenis Serrano - @Romantistech
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