Polvo eres y en polvo te convertirás, siendo esa
sustancia tan maleable y que toma forma día a día, ventura y desventura,
necesidad y gusto. Porque amar también
es un arte que necesita todo de nuestra parte y el amor comienza
construyéndonos a nosotros mismos.
Dándole la forma que queremos y a su vez la forma que
el cincel del gran arquitecto universal vaya ajustando; si no nos amoldamos a
sus ligeros toques para hacernos esculturas con amplio significado y legado,
sépase bien que pasaremos al fuego que nos hará maleables y llevados al yunque
donde seremos nuevamente forjados, sea para cortar los hilos del mal o ser la
silla del conocimiento.
Más si somos débiles en nuestra composición, de
nosotros nada bueno saldrá y pasaremos a ser deshecho o simplemente nos desintegraremos
en el fuego de la nada y el todo.
El pigmento que le otorgamos al cromatismo de la vida
es la forma como entendemos al mundo y aplicamos ese conocimiento para hacer
más colorido el de los demás.
Pintar
sonrisas, momentos, realidades, sueños, anhelos y posibilidades
con el pincel de nuestras acciones se va transformando rápidamente en una
pinacoteca personal de logros, haciendo que más que un museo, nuestra vida sea
un pasaje y paisaje pictórico donde otros puedan solazarse y sentir regocijo. Porque
el mundo está hecho de colores, siempre y cuando nosotros seamos dicho arcoíris.
Si nuestro corazón sufre o por error hacemos sufrir el
de otro, que esas astillas no sean un daño constante. Que sean semillas que el labriego con su arte de
oficio vaya sembrando en los campos que armónicamente sean flores y frutos que
adornen al mundo e inspiren sensaciones que el más avezado artista pueda
captar, sentir, plasmar y describir al más noble de los mortales.
El mundo requiere del arte del amor, de ese arte que
seduce, que pinta realidades y a su vez pinta imposibles que no son tales
porque han sido mostrados y ahora conviven en el repositorio del arte que es la
mente y son esculpidos, pintados, labrados, sembrados, escritos, dibujados,
organizados y formaos con el corazón.
El amor también es un arte complejo que se nota en la
figura de una mujer bajo la mirada de un hombre que quiere demostrarle que no todo es gris ni es rosa, sino policromático
y armónico.
El amor es un arte que la mujer conduce con sus manos,
astucia, brillo, bondad y equidad para que su obra maestra sea novedosa,
inusual, tenga contexto y sea una voz que aunque silente, grite amor, libertad
y equidad.
El amor es un arte que se debe saber hacer con N
cantidad de paciencia y un gran extra de imaginación…
Y si de manera artística descomponemos en el aire las
palabras y las unimos con los lazos de la creatividad, espontaneidad, picardía,
seducción y con la soldadura de la verdad, la realidad y las posibilidades,
lijamos, pulimos, pintamos, barnizamos y colocamos en un pedestal fuerte para
luego exponerlo ante el público de la vida con orgullo, esta frase que dice el amor también es arte, la podemos
sintetizar es una palabra que por sí es una obra maestra, linda y universal: Enamorarte.
Argenis
Serrano - @RomanticoX1000
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