Sí
de verdad la amas, no ofrezcas tu dolor como sacrificio,
porque dejarás en ella una culpa que no merece.
Sí
de verdad la amas, entiende su trabajo, dale diplomacia al
trato amoroso, encuentra cruces favorables para ambos corazones.
Sí
de verdad la amas, no digas que prefieres la muerte a no
tenerla, porque sí no amas la vida, ¿Cómo le amarás realmente a ella?
Sí
de verdad la amas, sólo siéntate a su lado cuando hablar
ella no quiera, espera paciente a que su paz vuelva. Y que ese amor que regresa
les consiga juntos.
Sí
de verdad la amas, cántale aunque desafines, baila con ella
aunque le pises, cocina con ella aunque sepa mal. Cualquier cosa tan sólo para
estar con ella.
Sí
de verdad la amas, que los instantes juntos sean de calidad
y los de distancia sean de mejoría, para que la siguiente etapa de calidad sea
mayor.
Sí
de verdad la amas, abrázala, tan sólo porque te nace.
Sí
de verdad la amas, nunca fuerces un beso ni critiques si te
esquivan. Reflexiona, corrige…y vuelve a intentarlo.
Sí
de verdad la amas, lee el poema que hay en su vida, con los
ojos de tu alma.
Sí
de verdad la amas, procura siempre encontrarte tú mismo,
para que ella jamás te halle perdido en otros lares del ser y el estar.
Sí
de verdad la amas, el
que ella esté en otros brazos no te duele, no te llene de palabras
hirientes, no te haga flagelarte. Si algo por dentro te quema, incinéralo y de
sus cenizas, renace.
Sí
de verdad la amas, no le pongas condiciones que le hagan
borrar lazos del corazón y alma.
Sí
de verdad la amas, guíala para que abandone los lastres que
sí molestan al futuro porque dañaron su pasado.
Sí
de verdad la amas, sé el payaso más grande y a su vez un
responsable mayor. Así jugarás cuando sea debido y le corresponderás siempre.
Sí
de verdad la amas, sé el balance ideal para su seguridad
física y emocional.
Sí
de verdad la amas, aprende a consultar, escuchar, hablar,
responder y a reconocer los errores y aciertos.
Sí
de verdad la amas, que nunca camine detrás de ti ni
delante, sino a tu lado, con pasos acompasados.
Sí
de verdad la amas, aprende a decirle lo que no te gusta,
con tacto pero con firmeza. Porque no todo es miel con hojuelas, pero bien que
de ese platillo luego de cada descuerdo bien pueden ambos comer.
Sí
de verdad la amas, quiérela, que nada en su presencia o
fuera de ella la ofenda.
Sí
de verdad la amas, que la ropa sucia de ambos se lave en
casa.
Sí
de verdad la amas, no creas que el dinero y las cosas lo
son todo, pero procura siempre que lo tranquilo de la solvencia no falte.
Sí
de verdad la amas, procura que jamás los celos, el orgullo, la rabia y la hipocresía de ti se
adueñen. Y si acaso lo hicieren, busca la verdadera redención y jamás creas que
ello se cura solo.
Sí
de verdad la amas, no la creas perfecta, pero sí piénsala
humana.
Sí
de verdad la amas, regálale flores, pero no de las que se
acostumbran, sino de las que a ella le gustan. Y sí no lo sabes, regálale la
que para ti tiene el significado del amor.
Sí
de verdad la amas, sorpréndela, mímala, atiéndela.
Sí
de verdad la amas, no te dejes intimidar por todas las
cosas que ella sabe hacer y más si lo hace mejor que tú.
Sí
de verdad la amas, piénsala como el real símbolo del amor y
la igualdad.
Sí
de verdad la amas, desea su cuerpo luego de desear su
corazón y mente. Gánatelos todos más con acciones que con buenas razones.
Sí
de verdad la amas, bésala como todo un galán y sé
apasionado como un pícaro bribón.
Sí
de verdad la amas, pero ella no te ama, no la ofendas, no
la obligues, no le reproches. Y cuando nada de esas cosas malas hagas,
convéncete de que Sí, de verdad, la
amas.
Argenis Serrano
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