Cuando
pienso en ti se me alivianan las penas, aunque todo no sea del color de rosa.
Más
el mundo muestra intersticios para que entre la claridad y salgan mis ideas.
Siempre
algo sale mal, pero la rabia y el desconcierto no me miran y no me tocan,
porque pienso en ti y su poder negativo antes de tocarme, se les agota.
No
imaginas la sonrisa que tras la mascarilla cubro cuando te miro, sea en persona
o en mis pensamiento.
Me
atonto, me aloco, salto y revuelo, me hago fuerte e intelectual, es como si tu
ambrosía, me diera una nueva fuerza vital.
Estoy
alegre y coherente, aunque a veces algo distraído, porque cundo pienso en ti,
no tengo ya miedo de salir herido.
Cuando
pienso en ti y cómo quererte, me deleito no cayendo en el montón de lo carnal;
porque no te deseo mal, ni quererte a lo corriente.
Me
agradas que no seas perfecta, pero sí bonita en ser y actuar, que a lo
complicado aligeras, por tu lógica y práctica forma de pensar.
Cuando
me hablas estoy entre nubes, suspiro si me envías WhatsApp; si me llamas soy un
niño, aunque lejos, viviendo en mí ya tú estás.
Todos
los caminos conducen a tu existencia, pienso en ti y por buen sendero voy;
conquistarte sería por mérito y paciencia, queriéndote cada día al doble de lo
que te quiero hoy.
De
mil pensamientos la mitad, son de ti y de cuánto vales; de la otra mitad
sobresale, el cómo tu presencia halagar.
Eres
cuerpo y mucho más; eres palabra de honor y mucho más; eres carisma y tesón y
ambas, se quedan cortas para describir tanto que vales y eres.
Es
que eres más que eso que ya de por sí en ti vale en demasía, que explicarlo
sería como adivinar cuando un lucero se apagará.
Eres
tanto y más de lo que se ve, que sé que por eso sólo pienso en ti; buscándote
tantas virtudes y reconociendo tus defectos como de común hacemos los que verdaderamente
pensamos y sentimos, hacemos para corregirnos.
Cuando
pienso en ti, comienzo versos y poemas; que luego se transforman en
declaraciones que me salen de partes del alma que desconocía.
Esas
partes que hablan de la verdad, esa que me ha reconstruido la vida; la cual te
aseguró que comenzó, desde el instante en que por primera vez te vi, mismo
desde el cual perennemente y para bien, pienso en ti.
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