miércoles

Hacer el Amor

Vamos a hacer el amor, de eso estoy seguro, más no como lo imaginas, sino como de verdad, vale.

Más no, no te quites la ropa, ¿Quién te enseñó que debes desvestirte para hacer el amor con alguien?

Quédate con la ropa puesta y hablemos hasta agotarnos y cuando eso suceda, empezaremos a mirarnos suave y dulcemente, hasta intentar descifrarnos

Para hacer el amor por siempre, no es necesario que te desnudes de cuerpo, sino de alma.

Mirémonos hasta quedarnos sin palabras; y será en ese instante, será nuestras vibras que capturarán al silencio y comenzarán a expresar lo que en verdad sentimos.

Para luego tocarnos en la dócil ternura de una caricia, que se expandirá dulce y firmemente en forma del más necesario de los abrazos.

Verás que no solamente es bonito lo que nos podemos decir, sino mucho más lo que podemos lograr al hacer el amor de verdad

Lograremos trascender al amor que se hace en una cama, llegando a posarnos en realidades que nos alegren y sustente cada instante de la vida, de aquí a la eternidad.

Déjame sostener siempre tu mano, por favor. O que acostados en el pasto, en un mueble o en un banco, nuestros latidos se acompasen y pareciera que sus dedos se entrelazaron.

Permíteme esperarte a las afueras de tu trabajo de vez en cuando, darte agua, una sonrisa, un ¿cómo te fue? Y el calor que hay en mis brazos.

Seamos el fiel escucha el uno del otro cuando estamos bravíos, sin sacar conclusiones ni procurar diatribas, simplemente de maneras distintas, derribamos los malos ratos.

Cuando la salud de uno decaiga, el otro la soporta. Eso es hacer el amor, construir un soporte real cuando más nos necesitamos.

Tú sólo déjate la ropa puesta y desviste tus sentimientos, pensamientos, fantasías, temores e ilusiones.

Yo por mi parte haré lo mismo; y juntos haremos malabares hasta encontrar el equilibrio que a unas las repare y a otras, les agrande.

hacer el amor


Conversemos cuando sea y cómo se pueda de todas nuestras memorias, sin acordarnos de los demás y a su vez, sin olvidarles.

Seamos esa pareja que desea hacer el amor para realmente tenerse incluso cuando están lejanas.

O de aquellas que por poco tiempo tienen permitido encontrarse, porque la vida a otros caminos les llama.

Dejemos que un helado, un fuerte sol, una fina brisa o pertinaz lluvia nos acompañen.

Mientras todo eso que queremos vivir, encuentra al fin un lugar estable.

Déjame hacer el amor contigo como no te lo haría nadie.

Siendo los dos no sólo unos cuerpos, sino unos verdaderos y eternos amantes.

Continuaré antes, durante y después cuánto me hacía falta amarte, escuchando de tus sueños, que son los gemidos del arte.

Mi utopía es que me dejes verte el alma hasta que mis párpados se cansen y mis ojos se auxilien con el corazón para mirarte.

Quiero hacer el amor contigo, durmiendo juntos, sin que sea lo que hacen otros amantes.

Porque son mayoría las veces en que hacer el amor se trata de en tus acciones acompañarte.

Así como en sueños –despiertos y durmiendo-  logramos aquello que no puede ni concedernos un ángel.

Y así lo que venga, luego de poner todo de nuestra parte, será hacer el amor, como no lo ha hecho más nadie.

Argenis Serrano

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares