La
emoción de la sorpresa, del descubrirse mutuamente, de innovar y de mantener a
la llama viva eternamente, en los momentos buenos y los malos. Eso y más engloban
los juegos de parejas, tan necesarios
para sacar sonrisas como para decir perpetuamente, “¡estamos en sintonía,
porque somos uno para el otro!”
Incluso
aquellos que superan los tabúes y buscan las herramientas para la picardía, comprando
juguetes eroticos online, se sienten
investidos de poder, de aquel que da la privacidad, la discreción y que no es
un secreto de dos, sino una forma de vida propia, única, irrepetible y que sólo
busca encontrarnos más y más.
En
todas partes hay juegos de parejas, porque son una forma de comunicación que
aunque otro la leyese, sólo dos almas
bien en sincronía podrían entender contextualmente.
Están
los juegos por WhatsApp, donde de
una conversación formal, se va hilvanando un preámbulo que terminará en lo
fogoso de una muy esperada intimidad.
Cuando
una pareja toma cualquier bebida junta, brinda por un porvenir, por lo hecho,
por lo que está sintiendo en ese instante, por cómo se siente su alma
juguetona, feliz y en paz de tener a en otra alma, su remanso.
El
premio que en todo lugar se brinda a quien gana los juegos de parejas, es el
beso. Mismo que también es dado al perdedor como premio de consolación. Y es evidente, que un beso, es ganar el cielo en la tierra.
Existente
juegos de amistades, para amistades, para que éstas sean parejas a futuro. Crear
oportunidades iguales es uno de los fines
de las actividades lúdicas y, sí el premio es un amor correspondido, mucho
mejor es.
Así
como las mariposas juegan en el aire
para llegar a la misma flor que les cobijará; como dos perros que jugando a las
mordidas terminan amándose más; como dos peces que en el cardumen se acompañan
porque se sienten seres filiales. Así es la compañía del ser amado en el juego
de la vida.
Una montaña rusa de muchos giros,
subidas y bajadas, con velocidades lentas y raudas, en el cual el predominio de
las emociones son algunas previsibles y y otras no tanto. Así son los juegos de
parejas de quienes de verdad se comprometen a amarse, experimentar y recrear
aquello que sana y pícaramente, la mente consciente y el espíritu juguetón,
constantemente crean.
Los
juegos de parejas, desde el más inocente al más sofisticado adquirido en una
tienda, es la mejor forma de conocerse, quitando inhibiciones y siempre bailando al son de las emociones.
Escriben
la historia personal, vinculan y jamás manipulan; se renuevan y generan
recuerdos imborrables, muchos de ellos inenarrables, pero que son los capítulos
más insignes y divinas de nuestra historias individuales y juntas.
Los
juegos de parejas deben ser obligatorios, porque rompen a la rigidez, la
monotonía, a la falsa madurez y la frigidez.
Quienes
juegan entre sí, no quieren jugar con más nadie, en especial con sus
sentimientos y confianza.
Todo
aquello que ayude a hacer más fuerte al amor de pareja, debe ser utilizado;
porque ayudar al amor de todos, es alentar al mundo a estar mejor, con personas
más sanas que saben jugar limpio con los demás.
En
los juegos de parejas, el amor verdadero
es el que gana. Jueguen, atrévase, reinvéntense, tengan juguetes de adultos
y escriban sus instrucciones del juego. El premio siempre será muy divino.
Y
que toda la casa sea el campo de juegos.
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