Aquí entremezclo a hombres y mujeres que realizan estafas por Internet, porque esto no es cosa de géneros, sino de seres que respiran -porque humanos ya no son", que perdieron el camino del amor y rectitud y nunca lo volvieron a buscar. Argenis.-
Perdiste el amor propio y comenzaste a
jugar con la confianza de los demás haciendo estafas por Internet.
Te creíste dueño de lo ajeno y confiado
de la distancia que marca la web, por lo que proseguiste en tu submundo.
Jugaste con las emociones de los
hombres, exhibiendo tu cuerpo como un producto a comprar en imágenes y estafaste
segura de que nadie denunciaría un pecado como delito.
Hiciste negocios truchos y usaste tu
fuerza física de hombre para amenazar y burlarte de quienes tenían una
necesidad.
Te aprovechaste de la condición de salud
de alguien para estafar sin temor alguno a Dios y a la humanidad.
Pensaste siempre en ti y en la seguridad
de una casa lejana y una IP.
Hasta que te alcanzó la ley luego que
los afectados denunciaran y te buscasen para que le pagues al mundo parte de lo
mucho que lo ensuciaste.
Quien antes se escondía detrás de una
computadora o teléfono, ahora se le exhibe en dichos dispositivos, con el
compendio de sus delitos.
Perdiste la humanidad y ahora te
atosigan las noches en prisión.
¿Qué no te han agarrado ni lo harán?,
dirá alguno al leer esto.
Pues déjame decirte que la prisión esta
en tu mente, en cada vez que despiertas o comes con sobresalto.
Al ir por la calle y te sientes
observado más por el ojo de la culpa que el humano.
Cuando lo que bebes, comes o gastas a
nada te sabe y se te escurre entre los dedos.
En esos instantes en que te preguntas por
qué no eres de verdad amada, siendo que entre tus estafas por Internet
utilizaste al amor y al deseo como formas de robar dinero.
Todo te sigue y tu peor juez y verdugo
están en ti. Y aunque no lo pagues en la tierra, ante el Creador, ese que
niegas en tus palabras o acciones, si te pasará factura.
Cuando el amor propio se pierde y se
quiere ser una persona perdedora –que deja de ser persona, cabe acotar-, entre
las muchas cosas locas y destructivas que hace, están las estafas por Internet.
Quien no siente amor en todo el
esplendor de su maravillosa definición, ya no vive para nadie, especialmente
para sí mismo.
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