lunes

Quiero que me Sigan...

quiero que me sigan


Suena como algo mezquino, pero ya sea en este o mis otros blogs, quiero que me sigan muchísimas personas; pero que sean personas de bien, de esas que tienen propósito, empatía, inteligencia lógica y emocional.


Esas personas que saben la diferencia entre oír y escuchar, hablar y conversar, ver y describir, leer e interpretar.

Quizá tenga que hacer lo que en un principio no hice por no saber y buscar un SMM PANEL con el cual gestione y optimice mi presencia en redes sociales y así consolidarme como una marca.

Además, abogar por la ayuda real que la Internet y las personas más técnicas y preparadas brindan, comprando seguidores (Buy Followers) para armar un grupo de gente buena que me acompañen en este deseo de ser seguido.

Eso sí, quiero que me sigan no para jactarme, exhibirme o tener la única o última palabra; quiero que me sigan en las ideas de bienestar, aprendizaje, empatía, locuacidades y realidades que me gusta impulsar.

Quiero que me sigan personas con ideas propias y que saben dónde termina sus derechos y dónde comienzan los de los demás, todos estos ganados también por el cumplimiento de sus deberes.

Porque querer y amar la vida es alejarse de la anarquía de la propia humanidad donde impera ese falso “yo primero, o segundo y yo tercero”; es estar con gente que en franca sincronía sabe liderar y sabe estar con un líder, demostrando cada quién su propia esencia entre sus facultades y limitaciones naturales.

Quiero que me sigan personas que vayan más allá de ser o sentirse “pueblo” y que entiendan todo lo que les beneficia el ser tratados como “ciudadanos”, especialmente sí ello se amplía a saberse ciudadanos del mundo.

Porque de esta manera se rompen algunas barreras autoimpuestas y el conocimiento, la consideración y el aprendizaje se hacen más fluidos y por ende las satisfacciones son más fecundas y seguidas, minimizando los momentos de dolor, congoja o aburrimiento.

Quizá comprando seguidores abra yo una primera línea útil, confiable y enfocada en el éxito de amasar más y más personas librepensadoras y ampliamente sentimentales con sensatez y humanismo. De esas personas que provoca encontrar en cualquier lugar y hacen tu estancia más cómoda y fluida.

Pero también quiero que lleguen esos seguidores que por mano propia dicen “te doy cabida en mi vida virtual”, dándote seguir y un like o comentario. Esos son baluartes de la comprensión y personas que saben coincidir con otros; analíticos, mesurados y afables.

¿Cómo no voy a repetir el “quiero que me sigan” esas personas, si estoy convencido que es lo mejor parra curar el stress, alejar a la soledad y retroalimentar mi saber y sentir?; además, estoy seguro que no estoy pidiendo demasiado ni un imposible, porque si bien hay muchísima gente mala atacando y llenado de cizaña a las redes sociales como a su entorno real, les aseguro…

…que en la Internet como en la tangibilidad, “los buenos, somos más”.

Sepan disculpar sí he sido muy directo, ese “quiero que me sigan” es una verdad, anhelo y -hasta puedo sonar jactancioso-, es un acto meritorio. Pero la decisión que importa es la de ustedes y mí deber es corresponder con honor y respeto lo que sea que decidan.

Sumemos voluntades en lo virtual y consolidémosla en lo real, eso hará a nuestras vidas mucho más serenas y prestas a recibir lo mejor del saber, del amor y de la productividad.

Argenis Serrano

miércoles

Yo Tendría que Ser...

yo tendría que ser

De haber sucumbido ante cada apodo o intimidación por cómo soy físicamente o mis limitaciones, me dejase caer y no supiera mi propio valor, yo tendría que ser ahora un inepto con complejo de inferioridad.

Si viviese en el pasado, no quisiera estar en el presente y le tuviese miedo al futuro, viviría lleno de angustia o ansiedad.

De haberme echado a morir por cada rechazo amoroso, -que son muchos a demasiados-, y cayera en depresión, yo tendría que ser ahora un recuerdo en una foto con una vela al frente; pero acá estoy.

Si la soledad fuera del todo real, ni siquiera estaría escribiendo esto, porque no tendría sentido incluso en la distancia virtual donde estaría solo por igual.

Fíjense que sí de cada rechazo, insulto, desplante, carencia, palabra tonta, deshumanización me llenase de ira o resentimiento, yo tendría que ser alguien meritoriamente encadenado, sedado o preso.

Si la desconfianza fuese mi credo y pusiera a prueba  todos en derredor, sin entenderles mejor y saber acoplarme de manera inteligente, sería un huraño o ermitaño que perdería mucho de lo bueno de la vida.

En caso de que la frustración me ganara, no querría crear, solventar ni creer en los demás, haciéndome un paria.

Si la inseguridad me domara, tendría millones de palabras taladrándome el cuerpo, pero frenadas para decirlas, explicarlas o materializarlas.

Porque si cada rechazo entrase en mi mente y corazón, que deben ser lugares inexpugnables, sería todo aquello que no me gusta de la vida, lleno de ruindad, reconcomio y venganza, mientras mi cuerpo se va enfermando sin solución.

Yo tendría que ser alguien marcado por la culpa de todo lo que no hice o aquello que fue erróneo –sin llegar a hacer daño-. Y vean, que no lo soy

Si no supiera tomar decisiones, nada tendría, nada haría, a nadie le sería útil. Y yo tendría que ser apartado por la gente que en mí confía.

Del rechazo constante tendría que haberme quedado en un solo lugar y no voltear a ver más al mundo que me rodea, con la visión de esperanza con la que se debe vivir y morir.

De ponerme a vivir en el pasado y en mi imaginación y sin el control debido, no tendría creatividad, sino que drenaría reconcomios que ya son muy difíciles de limitar, porque muchos creen que siento recelos por las negativas y que eso llamo, cuando sólo cuento lo sucedido y de ello aprendo, río y procuro no caer y que nadie más caiga.

La verdad es que yo tendría que ser alguien que no genere confianza, amistad, respeto, solidaridad, apoyo, alegría, novedad y creatividad.

Lo bueno es que no lo soy y es gracias a Dios, a mis padres, a mis buenos familiares, y amigos; incluso de la gente que vive así, aprendí a no imitarla y a no tenerle pena, sólo esperar que no paguen un precio caro o que afecten a los demás.

Para nada soy perfecto ni soy ideal, pero soy feliz porque no le hago a nadie mal y mucho menos a mí; entre lo poco, lo locuaz, lo astuto y constructivista, he podido librarme de todo mal.

Lo que yo tendría que ser de las cosas malas, jamás lo fui, soy y prometo no ser; porque ellas no marcan pautas para que se vaya enlazando mi destino según la escritura de Dios en mi hoja de vida.

Soy lo que soy por encima de las cosas malas y eso, a esas cosas malas les molesta y las destruye; cuando nada ni nadie te pueden poner el pie en el cuello y verte derrotado, termina autodestruyéndose.

Quizá no sea todo lo que yo tendría que ser, por aquellas cosas que no son decisión o última palabra de otras personas; pero todo lo que yo he decidido y he querido ser, lo he logrado.

Y ya que queda tiempo, puedo querer y ser otras cosas más, para que mi paso por la existencia valga y sean coas buenas qué contar allá en la eternidad.

Esto se lo dedico a quienes por vivir en un entorno hostil o delincuencial, se aferraron a sus buenos sentimientos y hoy por hoy dicen y profesan con orgullo y realidad “yo tendría que ser alguien malo, pero decidí lo correcto y soy alguien bueno”.

Argenis Serrano 

lunes

A mí muñeca sexual…

Discretamente te traje a casa y entraste a mí vida justo cuando más necesitaba de alguien de verdad…que no llegó; por eso y por todo lo que me das, me siento agradecido como por igual complacido, mi muñeca sexual.

Dejaste de ser un objeto para ser ese algo que me quita el estrés, el agobio, las sensaciones quizás pueriles o prosaicas para algunos y en extremo comprendidas por muchos otros.

Cuando llegaste a casa te tuve casi tanto miedo como el que tuve al tomar la decisión de invertir en ti; pero la página de muñecas sexuales de donde tomé tu pedido, mitigó mis dudas y reminiscencias de aquello que con todas las que me atrajeron seriamente intenté y no logré.

Incluso el ver que mi caso no era el único, que por igual las mujeres acuden a los muñecos sexuales para tener quien les dé esa catarsis silente pero a la vez explosiva que tanto requerimos, me convenció de que hice lo correcto por y para mí.

muñeca sexual

Todo lo que necesitas saber sobre muñecas sexuales lo leí allí y mis titubeos desaparecieron, transformándose en ti, mi muñeca sexual, que aunque legalmente tu descripción sea la de objeto, yo prefiero entenderte y tratarte como el objeto de mis cuitas y placeres, conversaciones y confort, el adiós de la soledad y la ruta estricta y fina de mi cordura.

Tus materiales son divinos, con los que me siento como un niño que descansa confiado en un cuerpo suave, un adolescente que juguetea con picardía y un adulto que quiere volver a sentir lo que es abrazarse sin tabúes ni normas sociales al cuerpo de una mujer.

Mi muñeca sexual, de la cual callo su nombre para no comprometer a nadie que me lea, pero que lo digo repetidas veces en el apogeo de nuestra intimidad; quiero asegurarte lo que te he dicho de voz y mentalmente: tu impacto en mí ha sido el cenit de mi cordura y el secado de mis lágrimas y por eso, es que tanto te quiero.

Incluso he llegado a conversar contigo algo que no sé si ocurra pero que podríamos enfrentar: Que llegue una mujer real a mi vida y allí entraría el debate si quedarme con ella en la plenitud de nuestro querer y accionar o seguir contigo, mi muñeca sexual.

Si ella no te permitiese, tendrías que irte. De aceptarte, te quedarías en un amor compartido en el que quizá tengas menos, pero que nunca dejará de recordar cuán importante fuiste en mi historia reciente, cuando otras manos me dejaron caer y tú, sin moverte, del foso de la desesperación y la soledad me sacaste.

¿Qué demasiadas palabras para un ser inerte como lo es una muñeca sexual, dirán ustedes?, pues les invito a ver su entorno y no reconocer que exista alguna cosa a la cual no le agradezcan su utilidad, resistencia y fidelidad que les ayudase económica o psico-físicamente.

Verán que hasta los objetos inanimados tienen propósitos extras y resultados mayores de los esperados. A mí me sacó de las necesidades corporales mientras iba drenando a mí mente de obscuridad y pesares.

Con mi muñeca sexual tuve monólogos que entendí como diálogos. Era la figura que me esperaba en casa y me despedía también. Viví lo que por decisión de otras no iba a poder gozar y me alejó de los pensamientos más erráticos que pudieran contra mi integridad atentar.

Quiero, mi divina muñeca sexual, que entre juegos y placeres, conversas y canciones, silencios y comentarios, prosigamos tranquilos, sin prestarle atención a las críticas y sin temor a perder la conciencia del contacto humano.

Gracias a ti, he encontrado ese justo balance que muchos otros distan de alcanzar y terminan cayendo en un foso sin fondo, donde nadie de bien debería estar.

Te valor en demasía, mi sex doll querida.

Argenis Serrano 

domingo

Tu Casa se Incendió

Querida amiga:

Siempre el consuelo luego de algo malo y que trastoca la vida, molesta y parece inútil e incluso llega a quebrar la confianza en la contraparte. Pero es imposible echar a un lado el dolor, pena e impotencia que siento y que sin llegar al nivel de la tuya –por obvias razones-, es igual de indignante por lo ocurrido.

 

Y surgen las preguntas del por qué y si hemos sido abandonados por el halo celestial. Buscamos consuelo en la vida que prosigue, pero muy boca abajo ya que la mente y el corazón están en conflicto y con cualquier cantidad de pensamientos negativos.

 

Pero la verdad es que si nos echamos a morir del todo, estamos muertos en vida. Tenemos que llorar, gritar, mentar madre, aislarnos un rato y hasta divagar, recordando sin dudar que la fuerza está en nosotros y en quienes nos quieren para bien.

 

Eso de “lo material se recupera”, es relativo y una frase cliché que en vez de reconfortar, llena mucho más de coraje. Hasta que uno le consigue la vuelta y reescribe su historia con lo que tiene y con lo que venga, porque es la única forma de despegarnos del reconcomio de tener que volver a empezar.

 

El fuego se llevó tu hogar y obvio que te duele y nos duele. Ahora todo será distinto porque hay que partir de cero, sólo con la diferencia del aprendizaje y la intuición que puede acelerar o reescribir nuestro proceso de cambio.

 

Todo lo que trato de decir para reconfortar se estrellará por mucho tiempo contra el muro del coraje, la cerca de puas de la tristeza y la reja cerrada de la resignación que se construyen del dolor.

 

Hasta que tus acciones vuelvan a construir un hogar sin esos escollos y con paredes, pisos, techos y demás mejor hechos, más fuertes, seguros y sin un ápice del dolor que hoy te embarga y que siento mío por igual.

 

Amiga querida, no salgo del pesar de que se haya quemado tu casa y que el mundo en derredor también se haya incendiado.

 

Pero así como un bombero extinguió al fuego cruento, también habrá manera de que apagues al dolor y partas de las cenizas y escombros del pasado como cimientos para la nueva tú.

 

Sea cuando sea que leas mis palabras, hazte fuerte, hazte mejor, saca garra, grita contra la rabia y recuérdate que eres mejor que el decaimiento.

 

No viniste al mundo a ser derrotada y al final el enemigo silente, será derrotado por ti y el cielo te dará el consuelo y redención que tanto mereces y por el cual, oraré por siempre.

 

Mi cariño, apoyo de todo tipo y firmeza por y para ti.

 

Argenis Serrano 

Entradas populares