Cuando tenía 13 años, salía luego de cenar a dar una caminata para hacer la digestión. Era en esos tiempos cuando quería desarrollar músculos, algo que no se dio a la larga. Y eso hace que el suceso sea más incómodo.
Ese sábado 18 de junio quedó para la historia mala de mi vida. Lean el motivo:
Recuerdo que iba por una acera semi-oscura y estrecha. Una pareja iba adelante de mi. Ella catira y él, moreno fornido; ambos adultos a primera vista y luego refrendado.
Cuando pasé a la pareja, fue por el lado de la dama y sin querer la tropecé. El novio, alcoholizado, le pareció que yo me había propasado y me comenzó a insultar diciendo "tú le agarraste el culo a mi novia" y se ocupó en corretearme.
Salí gritando auxilio...y no hubo quien me ayudara. Como toda persona en pánico, me metí por donde no debía y me capturó. Me golpeó en el rostro más unos puntapiés en las piernas.
Se comenzó a escuchar un aletargado grito de "dejen a ese muchacho" desde un edificio. La gente de usual no se mete porque no saben sí es un ladrón el que golpea o es el atrapado.
A la final, salí a mi casa ensangrentado y a punto de desmayarme. Mi papá por un extraño presentimiento había salido a buscarme. Luego él y un grupo grande de gente salió en búsqueda del agresor y lo identificaron, más la policía que fue convocada no actuó, porque a según estaba borracho y no lo iban a montar en la patrulla ¡¡¿?!!.
Al día siguiente, día del padre, mi papá intentó calmarme sacándome a pasear. Al día siguiente fuimos a la antigua PTJ a colocar la denuncia. Lo convocaron y seguía alegando que yo lo provoqué. Pagó una multa y listo, sepultado el asunto (es lo que años después supimos).
Su mentira me dio estas lecciones: A una mujer se le respeta, esté acompañada o sola, ya que un momento de ociosidad te puede marcar de por vida; el alcohol es buen aliado de quien es mentiroso de por sí; jamás tentar a la suerte.
Y la más importante: A una mujer se le defiende en su dignidad y ser, pero jamás se debe exagerar, ya que no le haces favor alguno, sólo te transformas en un paranoico que es un peligro para los demás y para sí y muy especialmente, para el amor.
ANTES DE MACHO, HOMBRE, ANTES DE HOMBRE, CABALLERO, A LA PAR DE CABALLERO, UN HUMANO RACIONAL.
Eso es ideal para el amor y más que todo la confianza en el día a día de las parejas, ante tantas miradas y tentaciones externas.
Ese sábado 18 de junio quedó para la historia mala de mi vida. Lean el motivo:
Recuerdo que iba por una acera semi-oscura y estrecha. Una pareja iba adelante de mi. Ella catira y él, moreno fornido; ambos adultos a primera vista y luego refrendado.
Cuando pasé a la pareja, fue por el lado de la dama y sin querer la tropecé. El novio, alcoholizado, le pareció que yo me había propasado y me comenzó a insultar diciendo "tú le agarraste el culo a mi novia" y se ocupó en corretearme.
Salí gritando auxilio...y no hubo quien me ayudara. Como toda persona en pánico, me metí por donde no debía y me capturó. Me golpeó en el rostro más unos puntapiés en las piernas.
Se comenzó a escuchar un aletargado grito de "dejen a ese muchacho" desde un edificio. La gente de usual no se mete porque no saben sí es un ladrón el que golpea o es el atrapado.
A la final, salí a mi casa ensangrentado y a punto de desmayarme. Mi papá por un extraño presentimiento había salido a buscarme. Luego él y un grupo grande de gente salió en búsqueda del agresor y lo identificaron, más la policía que fue convocada no actuó, porque a según estaba borracho y no lo iban a montar en la patrulla ¡¡¿?!!.
Al día siguiente, día del padre, mi papá intentó calmarme sacándome a pasear. Al día siguiente fuimos a la antigua PTJ a colocar la denuncia. Lo convocaron y seguía alegando que yo lo provoqué. Pagó una multa y listo, sepultado el asunto (es lo que años después supimos).
Su mentira me dio estas lecciones: A una mujer se le respeta, esté acompañada o sola, ya que un momento de ociosidad te puede marcar de por vida; el alcohol es buen aliado de quien es mentiroso de por sí; jamás tentar a la suerte.
Y la más importante: A una mujer se le defiende en su dignidad y ser, pero jamás se debe exagerar, ya que no le haces favor alguno, sólo te transformas en un paranoico que es un peligro para los demás y para sí y muy especialmente, para el amor.
ANTES DE MACHO, HOMBRE, ANTES DE HOMBRE, CABALLERO, A LA PAR DE CABALLERO, UN HUMANO RACIONAL.
Eso es ideal para el amor y más que todo la confianza en el día a día de las parejas, ante tantas miradas y tentaciones externas.
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