viernes

No Dejes de Soñar


Déjame sonar y soñar de manera banal, común y corriente...

¿Sabes qué me gustaría o cuál es el único sueño que he podido idear luego de cumplir los que tenía?, ir contigo a comer pollo frito o pizza y hamburguesas.

Sea que pagamos a medias o pagando todo yo.

Luego, un helado o brownie o quesillo o quién sabe qué dulce o que bebida tomar; salir del lugar donde compartimos esos instantes, caminar e ir a un hotel y que nos tengamos sin ataduras, excusas ni prejuicios, ¡ese sí que sería un buen digestivo!

Después, despedirnos cortésmente, con sencillez, sin tantos aspavientos de novela o película romántica, no con ello quiera decir que fríos, sin valorarnos, que haya sido solamente un “comer y coger”, porque sabemos que no es así. Son cosas que hacemos los adultos, valorar cada instante y seguir…y volver a recrear esos instantes porque son de verdad nutritivos. Que no sea una despedida de mal gusto, ni tampoco una con créditos de película romántica y sonido de violines mientras nos circundan serafines lanzando corazones por doquier.

Volver a nuestras cotidianas vidas y escribirnos el sentir, porque la sensación de seguridad aumenta más por las redes que en una cama desnudos (aunque usted, no lo crea).

Sueño que sé que es por demás del montón, muy corriente y muy común y bueno para que me juzguen al leerlo, me fustiguen, etiqueten o tengan piedad y lástima de mí.

Ya pensarán que es broma del 28/12 o que el que muestra el hambre no come o qué sé yo cómo van a culparme o expresar. El sueño es ese y aunque no lo crean, la parte del pollo es de la más deseada. La otra es de lo más querida y les aseguro que será muy sentida. Todo lo demás es soltura y deriva del eje central.

Nadie controla los sueños, lo que puede hacer es proyectos y transformar lo viable en realidades tangibles, pero sí los calla por el qué dirán, temor que no tengo, entonces no se cumplirá el deseo de esas comidas que son especiales por la compañía y no por la preparación, que al probarlas solo pasa a ser tan común que el sabor con salsa de buenos recuerdos, no existe.

Sueños en tiempos de “patria”, sueños en tiempos de lucha por volver a vivir y no por sobrevivir, sueños que me alegra tener porque demuestran que no estoy vacío y eso, me hace fuerte por el hecho de motivarme a CREAR Y SONREÍR.

Todo buen sueño combate a esta pesadilla actual, por ello te pido, sea grande o chico el mismo, no dejes de soñar.

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