Parece que la inspiración se quedó estancada en el
quisiera y no puedo.
Da la impresión de que todo es lo mismo.
Se percibe en mi bello país un cataclismo, una sombra
que va y vuelve que nos asfixia con su velo.
Y volvemos a hablar de las mismas cosas.
Que no son más que preocupaciones comunes.
Hay quien las ataca con positivismo aunque por dentro
se carcoma.
Otros que nos carcomen con su negatividad.
Y al comenzar cada día, más de lo mismo.
Esperando un Robin Hood que evitamos nosotros ser, por
cobardía.
Esperando a la media naranja que parece cada vez más lejana.
Viviendo una realidad distópica en contraste con
nuestra utopía.
Choques mentales que nos desbordan.
Y no importa la distancia que se esté del terruño, se
sigue pensando en lo mismo.
Y uno escribe, recita, canta, ora, medita, baila para aparentar
tranquilidad.
Pero lo que termina es expresando una y otra vez lo
mismo.
Como hipnotizados viendo el truco y no al mago que está
escondiendo la carta indicada.
Tapando al sol con un dedo y creyendo que no nos va a
dañar la vista.
Te acuestas con esas ideas, las sueñas por reflejo.
Despiertas con la expectativa de un buen día, pero con temor de que no lo sea.
Ves a tu entorno en lo que le falta y no en lo bueno
que tiene.
Porque tememos que sea otro día de esos que se repite
desde hace tanto.
Negados a hacernos por fin los buenos días que
añoramos, porque de otros, que nos los hagan, esperamos.
Y sigue dando vueltas el espiral y el hipnotismo es el
mismo.
Una ilusión, que equivocadamente hacemos y por ende, la
vivimos.
Argenis Serrano - @Romantistech
Vivimos en una montaña rusa con muchos espirales, pero la decisión de guiar el carro a un puerto que creemos seguro es nuestra decisión.
ResponderEliminarK.B
Esa es la cruda verdad!!!
Eliminar